Página 306 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
en vez de ayudarle. Y cuando sus hermanos ven, en la tristeza
y desaliento de mi esposo, el efecto de su incredulidad y falta de
comprensión, algunos están listos para gozarse por haberlo derrotado
y aprovecharse de su estado de desaliento, y sienten que, después de
todo, Dios no puede estar con el hermano White o de lo contrario
él no manifestaría debilidad en esta situación. Les recomiendo a
estas personas que consideren la obra de Elías y su abatimiento
y desánimo. Elías, aunque un profeta de Dios, fue un hombre de
pasiones semejantes a las nuestras. Tenemos que contender contra las
debilidades de los sentimientos mortales. Pero si confiamos en Dios,
él nunca nos desamparará ni dejará. Bajo todas las circunstancias
podemos confiar firmemente en Dios de que él nunca nos dejará ni
abandonará mientras preservemos nuestra integridad.
Mi esposo puede cobrar ánimo en su aflicción sabiendo que tiene
un compasivo Padre celestial que lee los motivos y comprende los
propósitos del alma. Aquellos que están al frente del conflicto y que
son guiados por el Espíritu de Dios para hacer una obra especial
para él, frecuentemente sentirán una reacción cuando desaparece
la presión, y a veces puede presionarles duramente el desaliento
y sacudir la fe más heroica y debilitar la mente más firme. Dios
comprende todas nuestras debilidades. Él puede compadecerse y
amar cuando los corazones de los hombres pueden ser tan duros
como el pedernal. Esperar pacientemente y confiar en Dios cuando
todo parece oscuro es la lección que mi esposo debe aprender más
plenamente. Dios no le fallará en su integridad.
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