Página 339 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Pioneros en la causa
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y la influencia de todos para arremeter contra el enemigo. Aquellos
que permanecen como soldados fieles para batallar contra el mal
y vindicar el bien, luchando contra principados y potestades, con-
tra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes
espirituales de maldad en los lugares celestes, recibirá cada uno la
alabanza del Maestro: “Bien,
buen
siervo y
fiel;
... entra en el gozo
de tu Señor”.
Mateo 25:21
.
Nunca hubo mayor necesidad de advertencias y reprensiones
fieles, y un trato estricto y directo, como en este tiempo. Satanás ha
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descendido con gran poder, sabiendo que tiene poco tiempo. Está
inundando el mundo con fábulas agradables, y al pueblo de Dios le
encanta que se le hablen cosas halagadoras. El pecado y la iniquidad
no son aborrecidos. Se me mostró que el pueblo de Dios debe hacer
esfuerzos más firmes y resueltos para rechazar las tinieblas que
están por llegar. Se necesita ahora como nunca antes la obra cabal
del Espíritu de Dios. Hay que liberarse de toda tontería. Debemos
despertar del letargo que traerá nuestra destrucción a menos que
lo resistamos. Satanás tiene una influencia poderosa, dominante,
sobre las mentes. Los predicadores y la gente están en peligro de
ser hallados del lado de las potestades de las tinieblas. No hay tal
cosa ahora como una posición neutral. Estamos decididamente en
favor de lo bueno o decididamente de parte de lo malo. Cristo dijo:
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,
desparrama”.
Mateo 12:30
.
Siempre se encontrarán aquellos que simpatizarán con los que
están equivocados. Satanás tuvo simpatizantes en el cielo, y tomó
consigo una gran cantidad de los ángeles. Dios y Cristo y los ángeles
celestiales estaban de un lado, y Satanás del otro. Pese al poder
infinito y a la majestad de Dios y de Cristo, hubo ángeles que se
volvieron desleales. Las insinuaciones de Satanás tuvieron efecto
y ellos realmente llegaron a creer que el Padre y el Hijo eran sus
enemigos y que Satanás era su benefactor. Satanás tiene el mismo
poder y el mismo control sobre las mentes ahora, sólo que lo ha
centuplicado mediante el ejercicio y la experiencia. Actualmente los
hombres y las mujeres son engañados, cegados por sus insinuaciones
y ardides, y no lo saben. Al dar lugar a las dudas y la incredulidad
respecto a la obra de Dios, y al acariciar sentimientos de desconfianza
y celos crueles, se están preparando para un engaño completo. Se