Página 366 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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La rebelión no está curada
Después de esta terrible exhibición del juicio de Dios el pueblo
regresó a sus tiendas. Estaban aterrorizados, pero no humillados.
Habían sido profundamente influenciados por el espíritu de rebelión,
y Coré y su compañía los habían inducido a creer que eran personas
muy buenas y que Moisés los había tratado en forma injusta y abu-
siva. Sus mentes estaban tan enteramente imbuidas con el espíritu
de aquellos que habían perecido que les era difícil liberarse de su
prejuicio ciego. Si admitían que Coré y su compañía eran todos
impíos y Moisés justo, entonces se verían forzados a recibir como
la palabra de Dios lo que ellos no estaban dispuestos a creer, que
ciertamente todos debían morir en el desierto. No estaban dispuestos
a someterse a esto y trataron de creer que todo era una impostura,
que Moisés los había engañado. Los hombres que habían perecido
les habían hablado palabras agradables y habían manifestado interés
especial y amor por ellos, y pensaron que Moisés era un hombre
intrigante. Llegaron a la conclusión de que no podían estar equivo-
cados; que, después de todo, esos hombres que habían perecido eran
hombres buenos, y de algún modo Moisés había sido la causa de su
destrucción.
Satanás puede conducir a las almas engañadas a grandes extre-
mos. Puede pervertir su juicio, su vista y su oído. Así ocurrió en el
caso de los israelitas. “El día siguiente, toda la congregación de los
hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros
habéis dado muerte al pueblo de Jehová”.
Números 16:41
. El pueblo
estaba chasqueado de que el asunto se hubiera definido en favor
de Moisés y Aarón. La apariencia de Coré y su compañía, todos
ejerciendo impíamente el oficio de sacerdotes con sus incensarios,
impresionó al pueblo y lo llenó de admiración. No vieron que estos
hombres estaban afrentando atrevidamente a la divina Majestad.
Cuando fueron destruidos, el pueblo se aterrorizó; pero después de
un corto tiempo vinieron todos en forma tumultuosa ante Moisés y
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