Página 391 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Humillación de Cristo
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religión pura, la religión de Cristo sería aceptable para las mentes
más refinadas. La religión de la Biblia no contiene nada que pudiera
ser discordante para los sentimientos más delicados. En todos sus
preceptos y requerimientos es tan pura como el carácter de Dios y
tan elevada como su trono.
El Redentor del mundo nos ha advertido contra el orgullo de la
vida, pero no contra su gracia y belleza natural. Señaló toda la belleza
resplandeciente de las flores del campo y de los lirios serenos en su
pureza inmaculada sobre la superficie del lago, y dijo: “Considerad
los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo,
que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de
ellos”.
Mateo 6:28, 29
. Aquí Dios muestra que a pesar de que las
personas se esfuercen mucho y se afanen hasta el cansancio para ser
objetos de admiración por sus adornos externos, todos sus atavíos
artificiales, que valoran tan altamente, no se comparan con las flores
sencillas del campo por su encanto natural. Aun estas simples flores,
con el adorno de Dios, sobrepujan en belleza al magnífico atavío de
Salomón. “Ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como
uno de ellos”.
vers. 29
.
Aquí hay una importante lección para todo seguidor de Cristo.
El Redentor del mundo habla a la juventud. ¿Escucharán ustedes sus
palabras de instrucción celestial? Él les presenta temas de reflexión
que ennoblecerán, elevarán, refinarán y purificarán, pero que nunca
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degradarán o empequeñecerán el intelecto. Su voz les está hablando:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte
no se puede esconder”.
Mateo 5:14
. “Así alumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen
a vuestro Padre que está en los cielos”.
vers. 16
. Si la luz de Dios
está en ustedes, brillará para otros. No se puede ocultar jamás.
Queridos jóvenes, la tendencia que tienen a vestirse de acuerdo
con la moda y a exhibir encajes y objetos de oro y elementos artifi-
ciales, no recomendará a otros la religión o la verdad que ustedes
profesan. La gente de criterio considerará los intentos de ustedes de
hermosear lo externo como prueba de mentes débiles y corazones
orgullosos. La vestimenta sencilla y modesta será una recomen-
dación a favor de mis hermanas jóvenes. No pueden hacer brillar
su luz sobre otros más efectivamente que mediante la sencillez en
la vestimenta y en la conducta. Pueden mostrarles a todos que, en