Página 463 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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La confianza propia es una trampa
Hermano B, con su actual espíritu terco, rebelde, usted se alejará
más y más de la verdad; y a menos que se convierta, resultará
ser un gran impedimento para la causa de Dios en cualquier lugar
donde tenga alguna influencia. Usted es persistente para ganar sus
argumentos. Su espíritu autosuficiente debe ceder antes que pueda
ver nada claramente. Ha inducido a su esposa a pensar que usted
conocía la verdad mejor que cualquiera de nuestros ministros; ha
tomado la llave del conocimiento en sus manos, en lo que a ella
concierne, y la ha mantenido en tinieblas. Dios le ha dado a su iglesia
hombres de criterio, experiencia y fe. Ellos conocen el camino de
la verdad y la salvación, porque la han investigado con agonía de
espíritu a causa de la oposición que tuvieron que enfrentar por parte
de hombres que convirtieron la verdad de Dios en una mentira; y
el beneficio de la labor de estos fieles siervos de Dios es dado al
mundo.
Hay muy pocos que comprenden la naturaleza exaltada de la
obra de Dios en comparación con los cuidados temporales de la
vida. Jesús, el Maestro celestial, nos ha dado instrucciones a través
de sus discípulos. Cuando él envió a los doce, los instruyó a que
en cualquier ciudad o pueblo donde tuvieran que entrar debían pre-
guntar quién era digno en ella de su atención y de su visita; y si
se encontraba un lugar adecuado donde la gente estimaba la bendi-
ción que les llegaba—el privilegio de hospedar a los mensajeros de
Cristo—debían morar allí y permitir que allí reposara su paz hasta
que dejaran esa ciudad. No se les instruyó a que visitaran cualquier
casa o todas ellas en forma indiscriminada, imponiendo su presencia
sobre la gente sin tomar en cuenta que fueran bienvenidos o no;
pero si no eran bienvenidos, si su paz no podía descansar en la casa,
debían abandonarla y buscar una casa donde los miembros fueran
dignos y donde su espíritu pudiera descansar.
Cuando los mensajeros de Cristo que salen a enseñar la verdad
a otros son rechazados y sus palabras no encuentran cabida en el
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