Página 543 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Ternura y solidaridad en el hogar
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estos rasgos egoístas de carácter a fin de ser sarmientos fructíferos
de la Vid verdadera. Cristo dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en
que llevéis mucho fruto”.
Juan 15:8
. Necesitan traer a Jesús cerca de
ustedes, tenerlo en sus hogares y en sus corazones. No sólo debieran
tener un conocimiento de lo que es correcto, sino que debieran
practicarlo con motivos correctos, teniendo el único propósito de
glorificar a Dios. Usted puede ayudar, si cumple con las condiciones
dadas en la Palabra de Dios.
La religión de Cristo es más que hablar. La justicia de Cristo
consiste en actos correctos y en buenas obras que proceden de
motivos puros y altruistas. La justicia exterior, mientras esté faltando
el adorno interior, será en vano. “Este es el mensaje que hemos oído
de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas
en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos
en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
1 Juan 1:5-
7
. Si no tenemos la luz y el amor de Dios no somos sus hijos. Si no
recogemos con Cristo, esparcimos. Todos ejercemos una influencia,
y esa influencia afecta el destino de otros para su bien presente y
futuro o para su pérdida eterna.
Ambos, J y K, carecen de comprensión y amor hacia los que es-
tán fuera de sus propias familias. Están en peligro de ver los defectos
de otros mientras que en ellos existen males mayores no percibidos.
Si estas queridas almas alguna vez han de entrar al cielo, deben morir
al yo y obtener una experiencia en el bien hacer. Tienen lecciones
que aprender en la escuela de Cristo a fin de perfeccionar caracteres
cristianos y mantenerse unidos a Cristo. Dijo Jesús a sus discípulos:
“De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos”.
Mateo 18:3
. Él les explicó lo
que quería decirles. No quería que se volvieran como niños en el
entendimiento, sino en la malicia. Los niños no manifiestan senti-
mientos de superioridad y aristocracia. Son sencillos y naturales en
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su apariencia. Cristo quisiera que sus seguidores cultivasen modales
no afectados, que todo su porte pudiera ser humilde y semejante
a Cristo. Nos ha asignado el deber de vivir para el bien de otros.
Vino de las cortes reales del cielo a este mundo para mostrar cuán
gran interés tenía en el hombre, y el precio infinito pagado por la