Página 564 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

Basic HTML Version

560
Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
verbios 23:5
. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el
orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan”.
Mateo 6:19
.
Las riquezas no proporcionan alivio en las más grandes angustias
del hombre. “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira”.
Proverbios 11:4
. “Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de
la ira de Jehová”.
Sofonías 1:18
. “Por lo cual teme, no sea que en
su ira te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran
rescate”.
Job 36:18
. Esta advertencia, mi hermano, es apropiada en
su caso.
Hermano P, ¿qué provisión ha hecho para la vida eterna? ¿Tiene
usted un buen fundamento para hacer frente al tiempo venidero,
que le asegurará los goces de la vida eterna? ¡Oh, quiera Dios des-
pertarlo! Ojalá, mi querido hermano, que usted comience ahora,
precisamente ahora, a trabajar fervientemente para colocar algunas
de sus ganancias y riquezas en la tesorería de Dios. Ni un dólar de
ellas es suyo. Todo es de Dios, y usted ha reclamado como suyo
lo que Dios le ha prestado para que lo dedique a las buenas obras.
Su tiempo es muy breve. Trabaje con todas sus fuerzas. Mediante
[603]
el arrepentimiento usted puede ahora encontrar perdón. Usted debe
renunciar a su interés en las posesiones terrenales y cifrar sus afectos
en Dios. Debe ser un hombre convertido. Luche desesperadamen-
te con Dios. No se conforme con perecer para siempre, sino haga
un esfuerzo para conseguir la salvación antes que sea eternamente
demasiado tarde.
No es ahora demasiado tarde para corregir los errores. Muestre su
arrepentimiento por los errores pasados redimiendo el tiempo. Donde
usted ha perjudicado a alguien, haga una restitución cuando el asunto
acude a su mente. Ésta es su única esperanza de recibir el amor
perdonador de Dios. Será como sacarse el ojo derecho o cortarse
el brazo derecho, pero no hay otro camino para usted. Usted ha
hecho esfuerzos repetidamente, pero ha fracasado porque ha amado
el dinero, parte del cual no ha sido ganado muy honestamente. No
trató de redimir el pasado mediante la restitución. Cuando comience
a hacer esto, habrá esperanza para usted. Si durante los pocos días
que le restan de su vida usted decide continuar como hasta ahora, su
caso será sin esperanza; perderá ambos mundos; verá a los santos
de Dios glorificados en la ciudad celestial y usted echado fuera; no
tendrá parte en esa vida preciosa que fue comprada para usted a