Página 69 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Obreros para Dios
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Por años el Señor ha estado llamando la atención de su pueblo
a la reforma pro salud. Ésta es una de las grandes ramas de la obra
de preparación para la venida del Hijo del hombre. Juan el Bautista
salió en el espíritu y el poder de Elías a fin de preparar el camino
del Señor y convertir a la gente a la sabiduría de los justos. Fue un
representante de aquellos que viven en los últimos días a quienes
Dios ha confiado verdades sagradas para presentar ante el pueblo a
fin de preparar el camino para la segunda venida de Cristo. Juan fue
un reformador. El ángel Gabriel, directamente desde el cielo, les dio
al padre y a la madre de Juan una plática sobre la reforma pro salud.
Dijo que no debía beber vino o bebidas fuertes, y que debería ser
lleno del Espíritu Santo desde su nacimiento.
Juan se separó de amigos y de los lujos de la vida. La sencillez de
su vestimenta, un manto tejido con pelo de camello, era un reproche
constante a la extravagancia y la ostentación de los sacerdotes judíos
y del pueblo en general. Su dieta, puramente vegetal, de langostas
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y miel silvestre, reprendía la indulgencia al apetito y la glotonería
que prevalecían por todas partes. El profeta Malaquías declara: “He
aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová,
grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los
hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres”.
Malaquías 4:5,
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. Aquí el profeta describe el carácter de la tarea. Aquellos que
tienen que preparar el camino para la segunda venida de Cristo están
representados por el fiel Elías, así como Juan vino en el espíritu de
Elías para preparar el camino para el primer advenimiento de Cristo.
Debe debatirse el gran tema de la reforma y la mente del público
tiene que ser despertada. La temperancia en todas las cosas ha de
relacionarse con el mensaje, para apartar al pueblo de Dios de su
idolatría, su glotonería, y su extravagancia en la vestimenta y en
otras cosas.
Debe presentarse a la gente la abnegación, la humildad y la tem-
perancia requeridas de los justos, a quienes Dios conduce y bendice
en forma especial, en contraste con los hábitos extravagantes y des-
tructores de la salud de aquellos que viven en esta era degenerada.
Dios ha mostrado que la reforma pro salud está tan estrechamente
relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está con
el cuerpo. En ninguna parte se encontrará una causa tan grande de
degeneración física y moral como en el descuido de este importante