Página 162 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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La toma de Jericó
Tras la muerte de Moisés, Josué fue designado como dirigente
de Israel para que lo condujera a la tierra de promisión. Estaba califi-
cado para esta importante función. Había sido el primer ministro de
Moisés durante la mayor parte del tiempo que los israelitas habían
vagado por el desierto. Había visto las maravillas que Dios había
obrado por medio de Moisés y había comprendido correctamente la
disposición del pueblo. Era uno de los doce espías que habían sido
enviados para inspeccionar la tierra prometida y fue uno de los dos
que informaron fielmente de sus riquezas y alentaron al pueblo para
que la poseyera con la ayuda de Dios.
El Señor prometió a Josué que estaría con él como había estado
con Moisés y que Canaán sería una fácil conquista, siempre y cuan-
do fuera fiel en la observancia de sus mandamientos. La misión de
guiar a su pueblo hacia Canaán había llenado a Josué de ansiedad,
pero esta promesa disipó sus temores. Ordenó a los hijos de Israel
que se prepararan para un viaje de tres días y que todos los hombres
capaces de entrar en combate se prepararan para la batalla. “Enton-
ces respondieron a Josué, diciendo: ‘Nosotros haremos todas las
cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes.
De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te
obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como
estuvo con Moisés. Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento,
y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que mandes, que
muera; solamente que te esfuerces y seas valiente’”
Josué 1:16-18
.
Dios deseaba que el paso de los israelitas por el Jordán fuera
un milagro. Josué ordenó al pueblo que se santificara porque al día
siguiente el Señor obraría maravillas en ellos. A la hora señalada
dirigió a los sacerdotes para que tomaran el arca que contenía la ley
de Dios y la llevaran delante del pueblo. “Entonces Jehová dijo a
Josué: ‘Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los
ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés,
así estaré contigo’”.
Josué 3:7
.
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