Página 212 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
que ocupan cargos de responsabilidad y persuadirlos para que sean
infieles en sus variadas tareas. Insinúa sus sospechas y celos en las
mentes de aquellos cuyo negocio es cumplir fielmente la obra de
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Dios. Mientras Dios prueba a sus asistentes, preparándolos para sus
puestos, Satanás hace lo indecible para engañarlos y tentarlos, para
que no sólo se destruyan a sí mismos, sino que influyan en otros y
los lleven a obrar el mal y perjudicar la gran obra. Recurre a todos
los medios a su alcance para conseguir que se tambalee la confianza
que el pueblo de Dios debe depositar en la voz de advertencia y
reprobación por medio de la cual Dios desea purificar la iglesia y
hacer prosperar su causa.
El plan de Satanás es debilitar la fe del pueblo de Dios en los
Testimonios
. El siguiente paso será el escepticismo al respecto de los
puntos vitales de nuestra fe, los pilares de nuestra posición. Seguirá
la duda aun de las mismas Sagradas Escrituras y, finalmente, el
descenso a la perdición. Cuando se duda de los
Testimonios
en los
que una vez se creyó y se abandonan, Satanás sabe que los que
han sido engañados no se detendrán y redobla sus esfuerzos hasta
que desencadena la rebelión abierta, la cual se vuelve incurable y
desemboca en la destrucción.
Satanás ha ganado una gran ventaja en _____ porque el pueblo
de Dios no ha vigilado los destacamentos. Los mismos hombres
sobre los cuales Dios había declarado que aceptaría su trabajo si
se consagraban completamente, han sido víctimas del engaño, han
fallado en el cumplimiento de sus deberes y se han mostrado como
una terrible carga y desaliento, en lugar de la ayuda y la bendición
que debieran haber sido. Ha faltado muy poco para que los hombres
a los que se había confiado el campamento lo traicionaran y lo
entregaran en manos del enemigo. Han abierto las puertas a un
oponente astuto que ha deseado su destrucción.
Hombres de experiencia que, aunque han visto manos traicio-
neras que han quitado las trancas para que Satanás pueda entrar, se
han mantenido impasibles, aparentemente indiferentes. Algunos se
han alegrado de verlo porque parecía una atenuante de su anterior
descuido, el cual había hecho necesaria la concurrencia de otros para
cubrir los puestos de responsabilidad que habían sido descuidados o
mal desempeñados. Esta falta de vigilancia por parte de los nuevos
responsables parecía excusar la falta de fidelidad de los anteriores, a