Página 253 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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El carácter sagrado de los mandamientos de Dios
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su fidelidad a él, y los despertará para que comprendan cuál es su
deber.
Hermano, su alma debe ser vivificada y ampliada su fe. Ha
justificado durante tanto tiempo su desobediencia por un motivo
u otro, que su conciencia, arrullada en el descanso, ha cesado de
recordarle sus errores. Ha seguido durante tanto tiempo su propia
conveniencia respecto de la observancia del sábado, que su mente,
encallecida, ya no es susceptible de ser impresionada respecto de
su conducta desobediente; es más, por haberse puesto usted mismo
en esa condición, es el máximo responsable. Empiece en seguida a
obedecer los mandamientos divinos y a confiar en Dios. No provoque
su ira, no sea que le visite con terrible castigo. Vuelva a él antes que
sea demasiado tarde, y halle perdón para su desobediencia. Él es
rico y abundante en misericordia; le dará su paz y aprobación si se
allega a él con humilde fe.
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