Página 272 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
ver que los alumnos del colegio llenaban casi por completo la casa
de adoración, mi corazón fue tocado. Quise grabar en ellos que una
vida de pureza y oración no sería un obstáculo para que obtuvie-
sen un conocimiento preciso de las ciencias, sino que eliminaría
muchas trabas que obstaculizan su crecimiento en el conocimiento.
Al unirse al Salvador entrarían en la escuela de Cristo y, si eran
alumnos diligentes, el vicio y la inmoralidad serían expulsados de en
medio de ellos. Finalmente, cuando eso sucediera, el conocimiento
se acrecentaría. Todos los que son alumnos de la escuela de Cristo
se destacan tanto en la calidad como en la extensión de su educa-
ción. Les presenté a Cristo como el gran Maestro, la fuente de toda
sabiduría, el mayor educador que el mundo jamás haya conocido.
“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”.
Proverbios
9:10
. Cuando conozca a Dios y sus exigencias el alumno abrirá su
entendimiento y comprenderá sus responsabilidades para con Dios
y para con el mundo. En ese momento entenderá que sus talentos
deben desarrollarse de tal manera que produzcan los mejores resulta-
dos. Eso no será una realidad a menos que todos los principios y los
preceptos de la religión impregnen su educación en la escuela. En
ningún caso deberá separar a Dios de sus estudios. En su persecu-
ción del conocimiento busca la verdad y toda verdad viene de Dios,
que es la fuente de la verdad. Los alumnos virtuosos e imbuidos
del Espíritu de Cristo aprehenderán el conocimiento con todas sus
facultades.
El colegio de Battle Creek fue fundado con el propósito de en-
señar ciencias y, al mismo tiempo, llevar a los alumnos al Salvador,
origen de todo el conocimiento verdadero. La educación adquirida
sin la religión de la Biblia está privada de resplandor y gloria. Quería
grabar en las mentes de los alumnos el hecho de que, desde el punto
de vista educacional, nuestra escuela debe adoptar una posición más
elevada que otras instituciones de enseñanza, abriendo ante los jóve-
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nes visiones, metas y objetivos para la vida más nobles, educándolos
para que tengan un correcto conocimiento de los deberes humanos
y los intereses eternos. El gran objetivo de la fundación de nuestro
colegio fue dar visiones correctas y mostrar la armonía de la ciencia
con la religión de la Biblia.
El Señor me dio fuerzas y bendijo nuestros esfuerzos. Un gran
número se adelantó para orar. Algunos de ellos, a causa de la ne-