Página 318 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Compasión por los descarriados
Apreciado hermano A: Me he levantado temprano para escribirle.
Soy responsable de la luz que se me ha dado últimamente. Durante
mi estancia en ese estado el Señor se me ha revelado dos veces.
En la noche, mientras le suplicaba, se me mostraron muchas cosas
relacionadas con la causa de Dios. Se me presentó el estado de la
iglesia, el colegio, el sanatorio y las casas editoras de Battle Creek,
y la obra de Dios en Europa e Inglaterra, en Oregón, en Texas y en
otros nuevos campos. En los nuevos campos que se han abierto hace
poco y llevan la marca divina hay una gran necesidad de obreros.
Muchos de los que están en ellos corren el peligro de aceptar la
verdad o expresar su aceptación sin una genuina conversión del
corazón. Cuando sean probados por la tormenta y la tempestad
descubrirán que su casa no estába construida sobre la roca sino
sobre arenas movedizas. El ministro debe poseer una piedad práctica
y desarrollarla con su vida diaria y su carácter. Sus discursos no
deben ser exclusivamente teóricos.
Se me mostraron algunos aspectos que no son favorables para
la prosperidad de la causa de la verdad en Texas. Los hermanos B
y sus familias, hasta el momento, no han sido una bendición o una
ayuda para la causa de Dios en ningún lugar. Su influencia no es
un perfume agradable. No pueden participar en la edificación de
la causa de Dios porque carecen de los elementos necesarios para
ejercer una influencia saludable en favor de Dios y la verdad. Si usted
tuviera la mente de Dios no habría sido tan corto de discernimiento,
en especial después de las fieles advertencias que le hicieron quienes
deberían ser depositarios de su confianza. Las palabras amables y
los discursos agradables lo han confundido. Aunque esos hermanos
no son iguales, los caracteres de todos son defectuosos. Con la
constante vigilancia sobre sí mismos y la sincera oración de fe a
Dios podrían conseguir que el yo se mantenga en su correcto lugar.
Por medio de Jesucristo podrían llegar a transformar el carácter
y ganar la idoneidad moral para encontrarse con el Señor cuando
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