Página 319 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Compasión por los descarriados
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regrese. Sin embargo, Dios no les confiará ninguna responsabilidad
de importancia porque las almas estarían en peligro. Esos hombres
no son adecuados para dirigir el rebaño de Dios. Siempre que sus
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palabras deberían ser parcas y bien escogidas, modestas y humildes,
los rasgos naturales de su carácter se superponen en todo cuanto
dicen o hacen y la obra de Dios se malogra.
Usted y el hermano C no tienen un verdadero discernimiento.
Han confiado demasiado en las capacidades de esos hombres. Aun-
que un barco sea seguro en casi todos sus aspectos, si en uno solo
es defectuoso, si está un poco carcomido, las vidas de todos lo que
están a bordo corren peligro. Por más que casi todos los eslabones
de una cadena sean perfectos, uno solo defectuoso hace que pierda
todo su valor. Las personas que poseen excelentes cualidades pueden
tener algunos rasgos de carácter que las hacen inadecuadas para que
se les confíe la solemne y sagrada obra de Dios. Los hermanos B
son deficientes en casi todo lo que se refiere al carácter cristiano. Su
ejemplo no es digno de ser imitado.
Hermano, le queda mucho por hacer antes de que sus esfuerzos
lleguen a ser lo que pueden y deben ser. Su entendimiento se ha
ofuscado. Relacionarse con aquellos cuyos caracteres se han forjado
con un molde inferior no lo elevarán ni lo ennoblecerán, sino que
oxidarán y corroerán su espíritu, y echarán a perder su utilidad
y lo alejarán de Dios. Usted tiene una naturaleza impulsiva. Las
cargas de la vida doméstica y la causa no lo abruman demasiado. A
menos que se ponga constantemente bajo la influencia refinadora del
Espíritu de Dios, sus maneras corren el peligro de volverse ásperas.
Para representar correctamente el carácter de Cristo es necesario
que aumente su espiritualidad y se vincule aún más estrechamente
con Dios en la gran tarea que ha emprendido. Sus pensamientos
deben elevarse y su corazón debe santificarse; así será colaborador
de Jesucristo. “Purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová”.
Isaías 52:11
.
La obra de Dios en Texas gozaría hoy de una condición mejor si
los hermanos B no estuvieran relacionados con ella. Podría mencio-
nar más causas específicas, pero no lo haré en este momento. Baste
decir que esos hombres no se encuentran a bien con Dios, se sienten
autosuficientes y competentes para casi cualquier ocupación y no se
han esforzado para corregir los rasgos objetables de unos caracteres