Página 348 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
labios. Por eso repitió a uno de sus colaboradores, al cual le había
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sido permitido ser su compañero de celda, las palabras que diría
a Timoteo. Ese fiel sirviente escribió el testamento de Pablo, una
porción del cual reproducimos aquí: “Los que quieren enriquecerse
caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que
hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de
todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú,
oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad,
la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de
la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado,
habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.
1
Timoteo 6:9-12
. “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos,
ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino
en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que
las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo
por venir, que echen mano de la vida eterna”.
1 Timoteo 6:17-19
.
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres
fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre
penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita
se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que
lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es
coronado si no lucha legítimamente”.
2 Timoteo 2:2-5
. Un hombre
puede ser avaricioso y excusarse diciendo que trabaja por la causa de
Dios; pero no obtendrá ninguna recompensa de Dios, porque Dios
no acepta el dinero que se obtiene con engaños o cualquier sombra
de deshonestidad.
Pablo sigue urgiendo a Timoteo: “Procura venir pronto a verme,
porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha
ido a Tesalónica”.
2 Timoteo 4:9-10
. Estas palabras que Pablo dictó
justo antes de su muerte fueron escritas por Lucas en beneficio y
advertencia para nosotros.
Cristo, en su enseñanza a sus discípulos, les dijo: “Yo soy la
vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí
no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará,
para que lleve más fruto”.
Juan 15:1, 2
. El que está unido a Cristo
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y participa de la savia y la nutrición de la vid realizará las obras de