Página 35 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Complacencia del apetito
Queridos hermanos y hermanas: Se me han mostrado algunas
cosas con referencia a la Iglesia de _____. Se me presentaron ca-
sos individuales que en muchos respectos representan los casos de
numerosas personas. Entre ellos estaban el de la hermana A y su
esposo. El Señor lo impresionó con la convicción de la verdad. Se
sintió encantado con la armonía y el espíritu de la verdad, y reci-
bió bendiciones al confesarla. Pero Satanás se le acercó con sus
tentaciones en lo referente al apetito.
El hermano A por mucho tiempo había dado rienda suelta a su
apetito por los estimulantes, lo cual había influido sobre su mente,
confundiéndola y debilitando el intelecto, y disminuyendo las fa-
cultades morales. La razón y el juicio cayeron bajo el dominio del
apetito depravado y antinatural, y su derecho divino, su masculinidad
dada por Dios, fue sacrificada a los hábitos de intemperancia. Si el
hermano A hubiera hecho de la Palabra de Dios su estudio y su guía,
si hubiera confiado en Dios y orado por gracia para vencer, habría
tenido fortaleza en el nombre de Jesús para rechazar al tentador.
Pero el hermano A nunca comprendió los elevados derechos que
Dios tiene sobre él. Sus facultades morales se debilitaron por sus
hábitos de comer y beber, y por su disipación. Cuando abrazó la ver-
dad, tenía que formar un carácter para el cielo. Dios lo iba a probar.
Él tenía una obra que hacer en su propio favor que nadie podía hacer
por él. Debido a su estilo de vida, había perdido muchos años de
precioso tiempo de prueba, durante los cuales podría haber obtenido
una experiencia valiosa en asuntos de religión, y un conocimiento de
la vida de Cristo y del infinito sacrificio hecho en favor del hombre,
para librarlo de las ataduras que Satanás había echado sobre él, y
permitirle glorificar su nombre.
Cristo pagó un precio elevadísimo por la redención del hombre.
En el desierto de la tentación sufrió las más agudas punzadas del
hambre; y mientras se hallaba debilitado por el ayuno, Satanás estuvo
a su lado con sus diversas tentaciones con las que procuraba asaltar al
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