Página 422 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

Basic HTML Version

418
Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
Es un hecho terrible que debería hacer temblar el corazón de
los padres que los colegios a los cuales se envía a los jóvenes de
nuestro tiempo para que cultiven la mente pongan en peligro la
moral. Como un joven inocente que es puesto con delincuentes
reincidentes aprende lecciones de criminalidad que jamás se habrían
soñado, los jóvenes de mente pura, por medio de su relación con
compañeros del colegio cuyos hábitos están corrompidos, pierden su
pureza de carácter y se vuelven viciosos y degradados. Los padres
deberían apercibirse de sus responsabilidades y entender lo que
hacen al enviar a sus hijos a colegios de los que no pueden esperar
nada más que vuelvan sin moral. El colegio de Battle Creek debe
tener un tono moral más elevado que cualquier otro colegio del país,
de manera que la seguridad de los hijos que se le confíen para su
cuidado no corra peligro. Si los maestros desempeñan su labor con
temor de Dios, trabajando con el espíritu de Cristo por la salvación
de las almas de los alumnos, Dios coronará sus esfuerzos con el
éxito. Los padres temerosos de Dios estarán más preocupados por el
carácter que sus hijos se lleven a casa que por el éxito y el avance
en los estudios.
Se me mostró que Dios había designado nuestro colegio para
cumplir la gran tarea de la salvación de las almas. Sólo cuando están
bajo el control total del Espíritu de Dios, los talentos de una persona
son útiles en su totalidad. Los preceptos y los principios de la religión
son los primeros pasos en la adquisición de conocimiento y son la
base misma de la educción. El Espíritu de Dios debe vitalizar el
conocimiento y la ciencia para que sirvan a los objetivos más nobles.
Sólo un cristiano puede hacer un uso correcto del conocimiento.
[420]
Para que pueda ser apreciada completamente, la ciencia debe ser
contemplada desde un punto de vista religioso. El corazón que
está ennoblecido por la gracia de Dios puede comprender mejor
el valor real de la educación. Los atributos de Dios, tal como se
ven en las obras que él creó, sólo se pueden apreciar si conocemos
al Creador. Para llevar a los jóvenes a la fuente de la verdad, al
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, los maestros además
de estar familiarizados con la teoría de la verdad, deben tener un
conocimiento empírico de la vía de santidad. El conocimiento es
potencia cuando se une con la verdadera piedad.