Página 43 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Complacencia del apetito
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dejan una herida que él no procura sanar suavizando su espíritu,
reconociendo sus faltas y confesando su mala conducta. No hace
esfuerzos por salir a la luz.
No conduce dentro de sí una búsqueda del corazón, de los moti-
vos de su genio, su manera de hablar y su conducta, para ver si su
vida es como el ejemplo divino. No aplica la ley de Dios a su vida y
carácter como su regla de acción. El Señor desea ver delante de sí
un pueblo honesto y recto.
La hermana B debe luchar con muchas pruebas y con la debilidad
de su propia naturaleza, y no debiera hacérsele más dura su suerte
de lo que es necesario. El hermano B debiera suavizar su carácter;
debiera cultivar el refinamiento y la cortesía. Debiera ser muy tierno
y amable hacia su esposa, la cual es su igual en todo respecto; no
debiera pronunciar ni una palabra que arrojara sombras sobre su
corazón. Debe comenzar la obra de reforma en su hogar. Debe
cultivar el afecto y vencer los rasgos rudos, ásperos, indiferentes y
egoístas de su disposición, pues estos están creciendo dentro de él.
Nosotros, pobres mortales, que deseamos alcanzar el cielo, debemos
vencer como Cristo venció. Debemos asimilarnos a su imagen;
nuestros caracteres deben ser sin mancha.
Se me mostró que el hermano B no tiene un sentido muy alto de
la perfección de carácter que es necesaria para un cristiano. No tiene
el sentido correcto de lo que es su deber para con sus semejantes.
Está en peligro de promover sus propios intereses, si se presenta
la oportunidad, sin fijarse en la ventaja o la pérdida que puede
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sufrir su prójimo. Mira su propia prosperidad como extremadamente
importante, pero no está interesado en la fortuna o el infortunio de
sus vecinos, como debiera estarlo un seguidor de Cristo. Por un
provecho insignificante para sí mismo, Satanás puede apartarlo de
su integridad. Esto oscurece su propia alma y trae oscuridad sobre
la iglesia. “Todo esto” (
Mateo 4:9
), dice Satanás, “será tuyo, sí te
apartas de tu estricta integridad. Todo esto te daré sí tan sólo me
complaces en esto, o haces y dices esto otro”. Demasiado a menudo
el hermano B ha sido engañado por el adversario para daño suyo y
para oscurecimiento de otras mentes.
Hay algunos otros en la iglesia que necesitan ver las cosas desde
un punto de vista más elevado antes que puedan llegar a ser espi-
rituales, y colocarse en una posición en la cual logren entender la