Página 616 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

Basic HTML Version

612
Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
Algunos de los jóvenes de _____ se encuentran en un estado
de pecado contumaz. Son rudos, descorteses, ásperos y rebeldes.
Han recibido una gran luz y la han rechazado. Si ahora escogen el
camino de la paz, deberán hacerlo por principio, no por impulso
emocional. El pecado y la santidad no entran en componendas. La
Biblia no refrenda la impiedad ni usa palabras amables de perdón
y caridad para el impenitente persistente. Jesús vino para atraer a
todos los hombres hacia sí y sus seguidores deben andar en la luz
de su glorioso ejemplo, sin importarles la comodidad que deban
sacrificar o su reputación, o el peligro de perder las posesiones o la
vida misma. Sólo así podrán combatir la buena batalla de la fe.
Los jóvenes tienen a su disposición una perla de gran valor. Pue-
den comprarla y venderla. O pueden rechazarla con la consecuencia
de su pérdida infinita. El cielo está al alcance de todos los que cum-
plan las condiciones escritas en la palabra de Dios. El Redentor
obedeció hasta la muerte. Se dio a sí mismo como ofrenda por el
pecado. Sois redimidos “con la sangre preciosa de Cristo, como de
[618]
un cordero sin mancha”.
1 Pedro 1:19
. “La sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado”.
1 Juan 1:7
. Jóvenes amigos, podéis
formular propósitos sinceros según vuestra propia fuerza, podéis
engañaros diciéndoos que podéis seguir una conducta correcta sin
rendir el corazón a la influencia controladora del Espíritu de Dios;
y, sin embargo, seréis infelices. Vuestro espíritu agitado necesita el
cambio y está sediento del placer que se encuentra en las diversiones
y las risas y la compañía de vuestros jóvenes amigos. Os caváis
cisternas rotas que no contendrán agua. Un poder engañoso controla
vuestra mente y vuestras acciones. Sólo podréis encontrar la feli-
cidad en el arrepentimiento y la fe hacia nuestro Señor Jesucristo;
porque vuestro corazón está lleno de rebelión que se manifiesta en
vuestras palabras. Vuestras oraciones egoístas y vuestras formas
religiosas pueden adormecer la conciencia pero aumentan el peligro.
No habéis renovado vuestra naturaleza.
La preciosa sangre de Jesús es la fuente preparada para purificar
el alma de toda mancha de pecado. Cuando os decidáis a tomarlo
como vuestro amigo, desde la cruz de Cristo brillará una luz nueva y
permanente. El verdadero sentimiento del sacrificio y la intercesión
del amado Salvador quebrantará el corazón que se ha endurecido
con el pecado. El amor, la gratitud y la humildad entrarán en el