Página 113 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Matrimonios insensatos
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Los tales lograrán encantar y confundir a cierta categoría de per-
sonas, y como resultado algunas almas se perderán. La influencia
de los pensamientos y hechos de toda persona la rodean como una
atmósfera invisible, la cual absorben todos los que se relacionan con
ella. A menudo dicha atmósfera está cargada de influencias nocivas
y cuando éstas se inhalan, el resultado seguro es la degeneración
moral.
Mi joven hermano, ¡ojalá que pudiera yo convencerlo claramente
de su verdadera condición! Tiene que arrepentirse, de lo contrario
nunca verá el reino de los cielos. Hay muchos hombres y mujeres
jóvenes que profesan la piedad y sin embargo no saben lo que
significa seguir a Cristo. No imitan su ejemplo de bien hacer. El amor
y la gratitud hacia Dios no brotan en el corazón ni son expresados en
palabra o acción. No poseen el espíritu de abnegación, ni tampoco
se alientan el uno al otro en el camino de la santidad. No queremos
que tomen parte en la solemne obra del Señor jóvenes que profesan
a Cristo pero que no tienen la fuerza moral necesaria para tomar su
lugar con aquellos que son sobrios y velan en oración y que tienen
su ciudadanía en el cielo, de donde esperan la aparición del Salvador.
No sentimos mucho apremio porque vayan jóvenes a Battle Creek
que profesan ser observadores del sábado, pero que por la clase de
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compañeros que escogen, dejan ver que son de baja moral.
Las puertas de nuestro colegio estarán siempre abiertas para los
que no profesan religión, y los jóvenes que vienen a Battle Creek
pueden escoger asociarse con este grupo irreligioso. Si se asocian
con ellos con buenas intenciones y poseen suficiente vigor espiritual
para resistir su influencia, pueden ser una fuerza para el bien; mien-
tras son aprendices, pueden hacerse maestros. El verdadero cristiano
no escoge la compañía de los inconversos por amor a la atmósfera
que rodea sus vidas irreligiosas o para ganarse la atención o asegu-
rarse el aplauso de los demás, sino con el propósito de comunicar luz
y conocimiento, y para llevarlos hacia una noble y elevada norma, la
amplia plataforma de la verdad eterna.
Una sola persona, guiada por motivos sanos y determinada a
obtener inteligencia para usar correctamente sus capacidades, será
una fuerza para el bien dentro de la escuela. Ejercerá una influencia
amoldadora. Cuando los padres justifican las quejas de los hijos
contra la autoridad y disciplina de la escuela, no se dan cuenta de