Página 183 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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El traslado a Battle Creek
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Hay algunos que vienen aquí meramente para asegurarse de
algún beneficio financiero. Esta clase de personas son una carga pe-
sada para la iglesia. Inutilizan la tierra y sus ramas estériles impiden
que otros árboles disfruten de la gloriosa luz del cielo.
No agrada a Dios que tantos de nuestros ministros radiquen en
Battle Creek. Si sus familias estuvieran esparcidas en diferentes
partes del campo serían de más ayuda. Es cierto que el ministro pasa
apenas un corto tiempo en la casa; sin embargo, hay muchos lugares
donde ese tiempo pudiera ser de más beneficio a la causa de Dios.
Dice el Señor a muchos de los que están en Battle Creek: ¿Qué
haces aquí? ¿Qué cuenta rendirás por haber abandonado tu labor
asignada, convirtiéndote en estorbo y no en ayuda para la iglesia?
Hermanos, os ruego que comparéis vuestro propio estado espiri-
tual tal como lo es ahora con lo que fue cuando estábais ocupados
activamente en la causa de Cristo. Mientras ayudábais y animábais a
la iglesia cobrábais una experiencia útil y guardábais vuestras almas
en el amor de Dios. Después de haber dejado de trabajar por los
demás, ¿no se ha enfriado vuestro propio amor y no ha languidecido
vuestro celo? Y a vuestros hijos, ¿cómo les va? ¿Están más afianza-
dos en la verdad y más dedicados a Dios que antes de llegar a esta
iglesia grande?
La influencia que ejercen algunos que han estado largo tiempo
vinculados con la obra de Dios es mortífera para la espiritualidad
y la devoción. Estos jóvenes creyentes de corazón empedernido
se han rodeado de una atmósfera de mundanalidad, irreverencia e
infidelidad. ¿Os atrevéis a correr el riesgo de cosechar el efecto de
estas asociaciones sobre vuestros hijos? Sería mejor para ellos que
nunca obtuvieran una educación, si es que no pueden adquirirla sin
sacrificar sus principios y la bendición de Dios.
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Entre los jóvenes que llegan a Battle Creek hay algunos que se
mantienen fieles a Dios en medio de la tentación, pero el número
es reducido. Muchos de los que vienen aquí llenos de confianza
en la verdad, en la Biblia y en la religión han sido desviados por
compañeros y han vuelto a sus hogares dudando la verdad misma
que como pueblo atesoramos.
Que todos nuestros hermanos que tienen en mente mudarse a
Battle Creek o enviar a sus hijos allá, estudien bien el asunto antes
de dar el paso. A menos que las fuerzas en este gran centro estén