Página 329 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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La paciencia del cristiano
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pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame
en el camino eterno”
Salmos 139:23, 24
. Someta su corazón para
que sea refinado y purificado; entonces llegará a ser participante
de la naturaleza divina “habiendo huido de la corrupción que hay
en el mundo a causa de la concupiscencia”.
2 Pedro 1:4
. Entonces
estará siempre preparado “para presentar defensa con mansedumbre
y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que
hay en vosotros”.
1 Pedro 3:15
. La paz de Cristo será de usted. Su
nombre quedará registrado en el Libro de la Vida; su título de la
herencia divina llevará el sello real, el cual nadie en este mundo
se atreverá a disputar. Ninguno podrá obstruir sus pasos hacia los
portales de la ciudad de Dios, y así tendrá libre acceso a la presencia
real y al templo de Dios en los cielos.
Unas cuantas palabras más pesan en mi mente. Deseo que se
mantenga unido a la iglesia, no porque considere que los miembros
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de iglesia son perfectos o porque usted se crea perfecto. Dios tiene
personas de valor en su iglesia; hay también hombres y mujeres que
son como la cizaña entre el trigo. Pero el Señor no le ha asignado a
usted ni a nadie el oficio de determinar quiénes son cizaña y quiénes
son trigo. Es posible que veamos y condenemos las faltas de los
demás, teniendo nosotros mismos mayores defectos de los que nunca
nos hemos dado cuenta, pero que otros ven claramente. Dios requiere
que usted dé un ejemplo al mundo y a la iglesia, una vida que refleje
a Jesús. Hay tareas que realizar y responsabilidades que llevar. No
hay suficientes cristianos verdaderos en el mundo; la iglesia nos
necesita; la sociedad no puede prescindir de ellos. La oración de
Cristo en favor de sus discípulos fue así: “No ruego que los quites
del mundo, sino que los guardes del mal”.
Juan 17:15
. Jesús sabe
que estamos en el mundo, expuestos a sus tentaciones, pero nos ama
y nos impartirá su gracia para que triunfemos sobre sus influencias
corruptoras. El quiere que seamos perfectos de carácter para que
ningún desvío nuestro ocasione deformidad moral en los demás.
Usted ve que sus hermanos en la fe no están a la altura de
la norma bíblica, que tienen defectos; y se concentra en ellos. Se
alimenta de ellos en lugar de alimentarse de Cristo, y contemplando
dichos defectos es transformado a la misma imagen. Pero no critique
a nadie; no ponga su propio procedimiento estricto en contraste con
las deficiencias ajenas. Luego puede caer en el peligro de querer