La paciencia del cristiano
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corazones se estrechen en amor por el pueblo de Dios. Los corazones
que están llenos del amor de Cristo nunca se apartarán demasiado el
uno del otro. La religión es amor, y un hogar cristiano es aquel donde
reina el amor y se expresa en palabras y en actos de considerada
bondad y gentil cortesía. Que no se pronuncien palabras ásperas. Sea
el culto familiar algo agradable e interesante. Hermano mío, sea un
caballero cristiano, ya que los mismos principios que caracterizan la
vida hogareña serán transferidos a la iglesia. Una falta de cortesía,
un instante de irritación, una sola palabra áspera y desconsiderada,
dañará su reputación y podría cerrar la puerta de los corazones de
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tal manera que nunca pueda alcanzarlos.
Ya le he declarado sus peligros, y le digo que hay preciosas
victorias que puede obtener. No podremos ver nunca el reino de los
cielos a menos que poseamos el pensamiento y el espíritu de Cristo.
Entonces, imite al Modelo en el hogar, en el trabajo y en la iglesia.
No intente enseñar a los demás o ver cuán marcadamente puede
diferir de sus hermanos, sino más bien cuánto puede acercarse a
ellos, cuán plenamente puede estar en armonía con ellos. Al hacer
todo lo que pueda de su parte para perfeccionar un carácter cristiano,
entregue su corazón a Dios para que él lo amolde conforme a su
voluntad. Que Dios bendiga a usted y a sus hijos; mi oración es que
pueda verles junto al gran trono blanco.
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