Página 349 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Cómo aprovechar el tiempo
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están en menor o mayor grado controlados por su ejemplo. A estos
propósitos deberá usted dar la consideración debida.
¡Despierte! ¡Despierte! Tiene trabajo que hacer y su sol se apre-
sura hacia el ocaso. Sus facultades se están debilitando; pero todo
lo que queda de usted, cada partícula de su capacidad, pertenece a
Dios y deberá usarla en forma sincera y desinteresada en su servicio.
Obre mientras el sol todavía se demora en el firmamento; porque
“viene la noche, cuando nadie puede obrar”.
Juan 9:4
.
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Hermano mío, venga tal como es, lleno de mancha y pecado.
Ponga su carga de culpabilidad sobre Jesús y por fe reclame sus
méritos. Acérquese ahora, mientras dura la gracia; venga confesando,
venga con alma contrita, y Dios será amplio en perdonar. No se atreva
a desperdiciar otra oportunidad. Escuche la voz misericordiosa que
en estos momentos le ruega levantarse de los muertos para que
Cristo le brinde luz. Parece ser que ahora cada instante se vincula
directamente con los destinos del mundo invisible. Entonces, no
permita que su orgullo e incredulidad lo hagan rechazar aún más
la misericordia ofrecida. Si lo hace, lo lamentará al final diciendo:
“Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”.
Jeremías 8:20
.
Espere con profunda humildad ante Dios. Desde esta hora en
adelante determine que será del Señor, cumpliendo plenamente su
deber, confiando absolutamente en la gran expiación. Haga esto y
no tendrá nada que temer. Lo que resta de la jornada de su vida será
tranquilo y feliz, y se asegurará aquella vida que continuará mientras
Dios viva.
Le he escrito esto porque me he sentido impelida por el Espíritu
de Dios y porque tengo profundo interés en usted. No se resienta
conmigo ni por un momento, porque me ha movido el amor por su
alma. Hemos disfrutado juntos muchas ocasiones preciosas de culto
al Señor en las que nuestros corazones fueron llenos de alegría por
medio de su dulce bendición. ¿Habrán pasado para siempre estas
ocasiones? Puede ser que no nos volvamos a ver en esta vida, pero
¿no nos volveremos a ver cuando los redimidos se reúnan en torno
al gran trono blanco?
* * * * *