Página 350 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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La elaboración de vino y sidra
Estimados hermanos y hermanas de la iglesia de_____,
Se me ha mostrado que como iglesia, no estáis creciendo en
gracia ni en el conocimiento de la verdad. No existe esa consagración
a Dios, esa devoción a su servicio, ni esa labor desinteresada para la
edificación de su causa que os haría una iglesia próspera y sana. No
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estáis sujetos los unos a los otros. Hay demasiados entre vosotros que
tienen sus propias ideas que sostener y sus propios planes egoístas
para llevar a cabo, y entre éstos hay algunos que ocupan puestos
prominentes en la iglesia.
El hermano K no se ha preocupado de añadir a la gloria de Dios;
no ve las cosas desde un punto de vista correcto. Está acatando las
sugestiones de Satanás y siguiendo el consejo de su propio criterio
no santificado, y echa mano de cada palabra que le pueda servir para
justificar su proceder equivocado. Se engaña a sí mismo; no se da
cuenta de que se está recluyendo fuera del alcance del Espíritu de
Dios. Cuando se inició en este camino, no se daba cuenta de los
peligros que corría ni sabía a dónde lo conduciría. Todos los que
transitan por el mismo camino deberían por su bien plantar sus pies
sin demora en el sendero seguro.
Vivimos en una época de intemperancia, y satisfacer el apetito
del bebedor de sidra es una ofensa contra Dios. Juntamente con
otros, habéis participado en esta obra porque no estábais siguiendo
la luz. Si hubieseis estado en la luz, no podríais haber hecho esto.
Cada uno de vosotros que ha participado en esta obra caerá bajo la
condenación de Dios, a menos que cambiéis de negocio. Os hace
falta obrar con sinceridad. Es menester que comencéis la obra en
seguida para librar vuestras almas de la condenación.
Algunos de vosotros en _____ desarrollasteis un celo maravi-
lloso en la denunciación de los clubes de cinta roja. Hasta donde
fuisteis motivados por el deseo de condenar el mal que existe en
estas sociedades, teníais razón; pero cuando actuásteis como si fuera
un crimen hablar en su favor, o mostrarles la menor buena voluntad,
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