Página 351 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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La elaboración de vino y sidra
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os fuisteis al extremo. Debéis ser consecuentes en todas las cosas.
Habéis albergado odio contra el mero nombre “club de cinta roja”, lo
cual no está conforme al Espíritu de Cristo, y vuestros sentimientos
de amargura no os han ayudado a vosotros ni a nadie más.
Habéis tomado los testimonios dados referentes a la asociación
de nuestro pueblo con las sociedades de temperancia en perjuicio
de su interés espiritual, y pervirtiéndolos, los habéis utilizado para
oprimir y agobiar a las almas. Al tratar la luz de esta manera, habéis
desacreditado mi obra. No había ni la menor necesidad de hacer
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esto, y algunos de vosotros tenéis una obra que hacer para rectificar
este asunto. Armáis cama de hierro para los demás; si son muy
cortos, hay que estirarlos; si son muy largos hay que doblarlos. “No
juzguéis para que no séais juzgados”.
Mateo 7:1
.
Después de haber tomado una posición decidida contra la parti-
cipación activa en la obra de las sociedades de temperancia, todavía
hubieseis podido mantener vuestra influencia sobre otros para el
bien, si hubierais actuado concienzudamente en conformidad con la
santa fe que profesáis; pero al dedicaros a la elaboración de la sidra,
habéis dañado mucho vuestra influencia; y peor aún, habéis traído
reproche a la verdad, y vuestras propias almas han sido averiadas.
Habéis estado levantando una barrera entre vosotros y la causa de la
temperancia. Vuestra conducta ha hecho que los incrédulos pongan
en duda vuestros principios. No habéis seguido senderos rectos,
y los cojos están vacilando y tropezando contra vosotros para su
perdición.
No entiendo cómo, a la luz de la ley de Dios, los cristianos
pueden concienzudamente dedicarse a la cosecha de lúpulo o a la
elaboración de vino y sidra para el mercado. Todos estos artículos
pueden dedicarse a buen uso y llegar a ser una bendición, o pueden
dedicarse a un mal uso y llegar a ser una tentación y una maldición.
La sidra y el vino pueden envasarse cuando están frescos y mantener-
se dulces por mucho tiempo y si se usan en un estado no fermentado,
no destronan la razón. Pero los que producen sidra de las manzanas
para el mercado no se fijan bien en la condición de la fruta que
usan y en muchos casos se extrae jugo de manzanas descompuestas.
Los que de ninguna manera comerían manzanas podridas, beben la
sidra hecha de las mismas y la consideran algo delicioso; pero el
microscopio revelaría las bacterias que este jugo contiene, el cual