Página 384 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
La luz de la verdad está derramando sus brillantes rayos sobre el
mundo por medio del esfuerzo misionero. La prensa es un instrumen-
to por medio del cual son alcanzados muchos que sería imposible
alcanzar por el esfuerzo ministerial. Podría hacerse una gran obra
presentando a la gente la Biblia tal como es. Llevad la Palabra de
Dios a la puerta de todo individuo; presentad sus claras declaracio-
nes con instancia a la conciencia de cada uno y repetid a todos la
orden del Salvador: “Escudriñad las Escrituras”.
Juan 5:39
. Amo-
nestadles a tomar la Biblia tal cual es y a implorar la iluminación
divina, y luego, cuando resplandezca la luz, a aceptar gozosamente
cada precioso rayo y afrontar intrépidamente las consecuencias.
La pisoteada ley de Dios ha de ser ensalzada delante de la gente.
Tan pronto como ésta se vuelva con fervor y reverencia a las Santas
Escrituras, la luz del cielo le revelará cosas admirables en cuanto a
la ley de Dios. Grandes verdades, durante largo tiempo oscurecidas
por la superstición y la falsa doctrina, resplandecerán de las páginas
de la sagrada Palabra. Los oráculos vivientes derraman sus tesoros
viejos y nuevos, infundiendo luz y gozo a todos los que quieran
recibirlos. Muchos son despertados de su letargo. Se levantan como
si fuese de entre los muertos, y reciben la luz y la vida que Cristo
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solo puede dar. Las verdades que resultaban demasiado profundas
para intelectos gigantescos son comprendidas por niños en Cristo.
A ellos les es revelado claramente lo que había quedado oculto a la
percepción espiritual de los más sabios expositores de la Palabra,
porque, como los antiguos saduceos, ignoraban las Escrituras y el
poder de Dios.
Los que estudian la Biblia con el sincero deseo de conocer y
hacer la voluntad de Dios, llegarán a ser sabios para la salvación.
La escuela sabática es un ramo importante de la obra misionera,
no sólo porque imparte a jóvenes y ancianos el conocimiento de
la Palabra de Dios, sino porque despierta en ellos el amor a sus
verdades sagradas y el deseo de estudiarlas por sí mismos; sobre
todo, les enseña a regir sus vidas por sus santas enseñanzas.
Todos los que toman la Palabra de Dios como regla de vida
son puestos en estrecha relación unos con otros. La Biblia es su
vínculo de unión. Pero su compañerismo no será buscado ni deseado
por aquellos que se inclinan ante la sagrada Palabra como ante la
guía infalible. Divergirán, tanto en fe como en práctica. No puede