Página 386 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Hombres jóvenes como misioneros
Los hombres jóvenes que desean entrar en el campo como minis-
tros o colportores deben recibir un grado adecuado de preparación
intelectual, además de adiestramiento especial para su vocación.
Los que carecen de la educación, la preparación y el refinamiento
necesarios, no están listos para entrar en campos donde las pode-
rosas influencias del talento y la educación combaten las verdades
de la Palabra de Dios. Ni tampoco pueden hacer frente a las ex-
trañas manifestaciones del error, tanto religiosas como filosóficas,
para exponer las cuales es necesario tener un conocimiento bíblico
y científico.
Especialmente los que tienen en mente el ministerio debieran
sentir la importancia del método de preparación ministerial de las
Escrituras. Deben entrar de corazón en la obra y mientras estudian
en los colegios deben aprender del gran Maestro su mansedumbre
y humildad. El Dios que es fiel a su pacto ha prometido que en
respuesta a la oración, su Espíritu será derramado sobre todos estos
alumnos en la escuela de Cristo para que se conviertan en ministros
de justicia.
Hay que trabajar duro para desarraigar el error y la falsa doctrina
de la cabeza, de tal manera que la verdad y la religión bíblicas
puedan alojarse en el corazón. Las instituciones de enseñanza fueron
establecidas entre nosotros como un medio ordenado por Dios para
educar a hombres y mujeres jóvenes en los diferentes departamentos
de labor misionera. Es la voluntad de Dios que egresen de ellas
no meramente unos cuantos, sino muchos obreros. Pero Satanás,
determinado a frustrar los propósitos divinos, a menudo ha ganado
para sí a los mismos que Dios hubiera querido calificar para ocupar
puestos de utilidad en su obra. Hay muchos que trabajarían si se
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les instase a servir y que salvarían sus propias almas mediante su
labor. La iglesia debiera darse cuenta de su culpa al ocultar la luz
de la verdad y restringir la gracia de Dios dentro de sus propios
límites estrechos, cuando el dinero y la influencia debieran emplearse
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