Página 404 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
vigilancia y hayan establecido ellos mismos principios firmes. Pero
es triste comprobar que en estos días muchos de los jóvenes ceden
con facilidad a la influencia de Satanás y resisten el Espíritu de Dios;
y en muchos casos los malos hábitos han quedado tan firmemente
establecidos que aun el máximo esfuerzo realizado por los que
ejercen vigilancia sobre ellos no lograría amoldar sus caracteres en
la forma debida.
Los que ocupan puestos de confianza en la casa publicadora, lle-
van pesadas responsabilidades, y no están capacitados para estar allí
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a menos que diariamente adquieran una experiencia cristiana más
profunda y digna de confianza. Debiera hacerse de los principios
eternos la primera consideración y aceptar de buena voluntad toda
influencia que pueda ayudar en la vida espiritual. Los hombres a
quienes Dios ha dado cargos de responsabilidad administrativa rela-
cionados con su causa, deben ser de mente espiritual. No debieran
dejar de asistir a las reuniones religiosas ni considerar difícil hablar
con frecuencia los unos con los otros acerca de su vida y experiencia
religiosa. Dios escuchará sus testimonios; serán registrados en su
libro de memoria; y él favorecerá a sus fieles y “los perdonaré, así
como el hombre que perdona a su hijo que le sirve”.
Malaquías 3:17
.
Los dirigentes que están frente a la obra de publicaciones deben
recordar que son un ejemplo para muchos; y deben ser fieles en
el culto público de Dios, así como quisieran que los trabajadores
de todos los departamentos fuesen fieles. Si se les ve en la casa de
Dios sólo ocasionalmente, otros procurarán excusarse a raíz de su
descuido. Estos hombres de negocio pueden hablar con facilidad
e inteligencia sobre temas comerciales en cualquier tiempo, con
lo que demuestran que no en vano han ejercido sus facultades en
esa dirección. Han incorporado tacto, destreza y conocimiento en
su trabajo; pero cuán importante es que sus corazones, sus mentes
y todas sus facultades también se preparen para el fiel servicio en
la causa y la adoración de Dios; que puedan señalar el camino de
salvación mediante Jesús con un lenguaje elocuentemente sencillo.
Deben ser hombres de fervorosa oración y de firme dependencia de
Dios; hombres que como Abraham, gobiernen bien sus casas y que
manifiesten interés especial en el bienestar espiritual de todos los
que están vinculados con la oficina.