Página 428 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
han hecho parte de su vida y carácter. Vuestro ejemplo los ha llevado
a pensar que la religión es como una vestimenta que se puede poner
o quitar según lo requiera la ocasión o lo dicte la conveniencia; y a
menos que haya un cambio total en las influencias que los presionan,
estas ideas flojas de lo que Dios requiere se mantendrán adheridas
a ellos. Ellos no saben lo que constituye la vida cristiana; no han
aprendido lo que es vivir la verdad y llevar la cruz.
“Si el mundo os aborrece” -dijo Jesús-, “sabed que a mí me ha
aborrecido antes que a vosotros”.
Juan 15:18
. Habéis acariciado la
opinión de que la razón porque el mundo se opone tanto a noso-
tros como pueblo, es que somos demasiado antisociales, demasiado
sencillos en nuestro vestido, y demasiado estrictos en cuanto a las
diversiones se refiere, que nos apartamos demasiado del mundo en
conducta y normas. Habéis pensado que si fuésemos menos exclusi-
vos y nos relacionásemos más con los mundanos, sus opiniones e
impresiones acerca de nosotros cambiarían grandemente. Pero este
es el error más grande que pueda afectar la mente humana. Dijo
Cristo: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque
no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso el mundo
os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho. El siervo no
es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a voso-
tros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán
la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque
no conocen al que me ha enviado”.
Juan 15:18-21
.
Estas son las palabras de uno acerca de quien aun sus enemigos
se vieron precisados a admitir: “Nunca habló hombre como éste”.
Juan 7:46
. Las palabras de los hombres expresan sus propios pen-
samientos; pero las de Cristo son espíritu y son vida. “Si vosotros
permanecéis en mi palabra seréis verdaderamente mis discípulos”.
Juan 8:31
. “El que es de Dios, escucha las palabras de Dios” (
Juan
8:47
), pero estas declaraciones divinas no encuentran cabida en el
corazón de uno que es del mundo y ama los placeres mundanales.
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Dios nos ha dado instrucciones exactas, de manera que no es ne-
cesario que ninguno se equivoque. “No sólo de pan vivirá el hombre”
-dice él-, “sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Mateo
4:4
. La verdad impartida por la inspiración “es útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.
2 Timoteo 3:16
. El
hombre vivirá, no de una sola palabra, no de muchas palabras, sino