Página 432 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

Basic HTML Version

428
Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
de Cristo, cuyas palabras son: “Todo aquel que me niegue delante
de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios”.
Lucas
12:8-9
.
Podemos negar a Cristo por medio de nuestra conversación mu-
danal o nuestro vestido ostentoso. Tenéis un círculo de amistades
que constituyen una trampa para vosotros y vuestros hijos. Amáis el
compañerismo con ellos. A través de vuestra asociación con ellos,
os veis impelidos a vestiros vosotros y vuestros hijos conforme a
las modas que siguen aquellos que no tienen ningún temor de Dios.
De esta manera dais a entender que sois amigos del mundo. “En las
muchas palabras no falta pecado”.
Proverbios 10:19
. El intercambio
con estos amigos, ¿os conduce a visitar el lugar secreto y pedir el
poder y la gracia divina, o aleja vuestra mente de Dios? ¿Y qué de
vuestros queridos hijos? ¿Qué logra en su favor vuestro olvido de
los intereses eternos? Vuestro ejemplo los ha animado a apresurarse
por el camino de la vida con presunción descuidada y una confianza
propia ciega, no teniendo principios religiosos fijos que los guíen.
No tienen un cuidado concienzudo por el sábado, o por lo que Dios
requiere de ellos; no tienen amor por los deberes cristianos, y se
desvían cada vez más lejos de la Fuente de luz, paz y gozo.
Sin fe es imposible agradar a Dios; porque “todo lo que no es
de fe, es pecado”.
Romanos 14:23
. La fe que se requiere no es
el mero asentimiento a las doctrinas; es la fe que obra por amor
y purifica el alma. La humildad, la mansedumbre y la obediencia
no son la fe; pero son los efectos o frutos de la fe. Tenéis todavía
que alcanzar estas gracias aprendiendo en la escuela de Cristo. No
[414]
conocéis los sentimientos y los principios del cielo; su lenguaje es
casi un lenguaje extraño para vosotros. El Espíritu de Dios intercede
todavía en vuestro favor; pero tengo serias y dolorosas dudas acerca
de si escucharéis esa voz que ha estado suplicándoos durante años.
Espero que la escucharéis, os convertiréis y viviréis.
¿Os parece que es un sacrificio demasiado grande dar vuestras
pobres e indignas personas a Jesús? ¿Preferiréis la desesperada
servidumbre del pecado y la muerte, en vez de que vuestra vida
sea separada del mundo, y unida con Cristo por vínculos de amor?
Jesús vive todavía para interceder por nosotros. Esto debe provocar
diariamente gratitud en nuestro corazón. El que se da cuenta de
su culpabilidad e impotencia, puede venir tal cual es y recibir la