Página 477 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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La unidad y el amor en la iglesia
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en todo lo que hacen, si todos cultivaran la santidad y la dignidad
cristiana, entonces la influencia del colegio se expandiría y saldría
de él luz con abundantes bendiciones. He visto que si se administra
debidamente el colegio, muchos jóvenes saldrán de él para ser obre-
ros activos en la causa de Dios. Pero cuidaos todos, no sea que en
palabra o hechos ejerzáis influencia en contra del colegio o contra la
verdad por medio de una vida no consagrada, de sospechas y calum-
nias; porque Dios de seguro los tendrá como culpables. El colegio
siempre estará obligado a luchar contra dificultades, porque algunas
personas carecen de fe y no están bajo el control del pensamiento
de Cristo. Si Satanás puede encontrar personas entre nosotros que
estén atentas al mal y que hablen de una forma denigrante acerca de
nuestras instituciones, preocupándose de sacar a relucir cada cosita
desagradable que sucede, queda complacido. No escatimará esfuerzo
alguno para lograr que la gente menoscabe el colegio, porque no se
acomoda en todo a sus propias ideas. Si ve que la juventud se puede
beneficiar, ejercerá con vigor toda posible influencia dentro de la
iglesia para desanimar en lugar de fortalecer y hacer crecer.
Nadie podrá negar que estos elementos existen en Healdsburg
como también en otros lugares; y si Satanás no los usase, emplearía
alguna otra influencia para lograr el mismo propósito. Pero, “¡ay
de aquel hombre por quien viene el tropiezo”, “mejor le fuera que
se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le
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hundiese en lo profundo de la mar”.
Mateo 18:6-7
. Dios tiene sus
medios para obrar. Los hombres no siempre pueden discernirlos, y
cuando le atribuyen tanta importancia a sus propios esfuerzos, no le
dejan espacio al Señor para obrar, y como resultado están trabajando
en contra de él. “Así que, el que piensa estar firme, mire que no
caiga”.
1 Corintios 10:12
. “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo
de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los
inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y
el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
2 Pedro
3:17-18
.
Nos estamos acercando al fin del tiempo. Abundarán las pruebas
de afuera, pero no permitamos que provengan de adentro de la
iglesia. Por amor de la verdad, por amor a Cristo, niéguense a sí
mismos los que profesan ser hijos de Dios. “Porque es menester que
todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada