Página 504 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

Basic HTML Version

500
Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
para decirle, como algunos sin duda lo harán, que le irá bien al
comportarse así, deshonrando su hombría, dañando la imagen de
Dios en su alma, engañando su propio corazón, y deshonrando al
amoroso Salvador que lo redimió mediante el precio de su propia
sangre.
Cristo dijo: “Al que venza, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en
su trono”.
Apocalipsis 3:21
. ¿Está usted venciendo, o está siendo
vencido por su propia concupiscencia, apetitos y pasiones?
Para que se le pueda confiar con seguridad la traducción de
nuestras obras más importantes, para manejar las cosas sagradas, ¿no
debiera usted estar plenamente vinculado con Dios y completamente
consagrado a su servicio? ¿No debiera estar donde los santos ángeles
puedan servirle, dándole sabiduría y conocimiento, así como le fue
dado por Dios a Daniel, para inspirarle las ideas correctas de manera
que pueda hacer su obra de traducción en forma adecuada? Si escoge
[483]
abrir su corazón a las sugestiones de Satanás, si prefiere la compañía
de los que son enemigos de Cristo, ¿va a esperar usted que Dios obre
un milagro para evitar que ceda al poder de Satanás? Los ángeles
malignos rodean su alma, pero son huéspedes invitados. Ellos le
hacen sus proposiciones, y usted las acepta. Hasta que no resuelva
usted obedecer la voluntad de Dios, no podrá disfrutar de la dirección
divina.
Jesús espera que todos los que se dicen ser soldados suyos, le
sirvan. El espera que usted reconozca al enemigo y que lo resista,
no que le brinde su confianza y viole así un cometido sagrado.
El Señor lo ha colocado en un puesto donde puede usted elevarse
y ennoblecerse, preparándose constantemente para su obra. Si no
obtiene estas cualidades, la culpa la tiene usted y nadie más.
El Señor nos revela su voluntad de tres maneras, para conducir-
nos y capacitarnos para conducir a otros. ¿Cómo es posible distinguir
su voz de la de un extraño? ¿Cómo es posible distinguirla de la voz
de un falso pastor? Dios nos revela su voluntad en su Palabra, las
Sagradas Escrituras. Su voz se revela también en sus actos provi-
denciales; y la reconoceremos si no separamos nuestras almas de él
siguiendo nuestros propios caminos, actuando conforme a nuestra
propia voluntad, y siguiendo los dictados de un corazón no santifica-
do, hasta el punto en que nuestros sentidos se han confundido de tal