Página 524 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
La excelencia de Jesucristo brillará para siempre en el carácter de
los verdaderos creyentes, y ellos engalanarán la doctrina de nuestro
Salvador. De esa manera se revelan la excelencia y el poder del
Evangelio. Se requiere que cada miembro de la iglesia se mantenga
en conexión viva con la Fuente de toda luz, y que sea un obrero
espiritual y que haga su parte para reflejar luz al mundo por medio
de sus buenas obras.
Especialmente el ministro debiera mantenerse libre de toda ata-
dura mundanal y unirse a la Fuente de todo poder, para representar
correctamente lo que significa ser cristiano. Debe desprenderse de
todo lo que en alguna forma distraiga su mente de Dios y de la
gran obra para este tiempo. Cristo espera que él, como siervo a
su servicio, sea como él en mente, pensamiento, palabra y acción.
Espera que todo hombre que exponga las Escrituras ante los demás
trabaje cautelosa e inteligentemente, sin ejercer sus facultades im-
prudentemente para poder hacer toda buena obra para el Señor. Toda
alma es llamada a prestar servicio activo en alguno de los varios
departamentos de la obra, y el pastor guiará y conducirá su rebaño.
El ministro no debe emplear su lengua para decir a los hombres
cuál es la mejor manera de enterrar sus bienes en la tierra; debe
decirles cómo invertirlos con seguridad en el banco del cielo. Que
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el Señor le imparta discernimiento espiritual es mi oración; porque
de seguro que su fe naufragará a menos que entre usted en una
condición espiritual diferente. Usted necesita el poder convertidor
de Dios, y a menos que sea transformado, se apartará de la verdad.
Pero aunque se gane el mundo entero, sería una recompensa pobre a
cambio de la pérdida de su alma. Que el Señor le ayude, hermano
mío, a recobrar pronto su buen sentido y actuar como un hombre
que tiene una mente equilibrada. Que realice usted su trabajo con
corazón y labios consagrados y camine con humildad ante Dios.
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