Página 56 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
trado que muchos de vosotros no alcanzaréis la vida eterna, porque
estais edificando vuestras esperanzas sobre un falso fundamento.
Dios os deja solos, “para afligirte, para probarte, para saber lo que
había en tu corazón”.
Deuteronomio 8:2
. Habéis ignorado las Es-
crituras. Despreciáis y rechazáis los testimonios porque reprochan
vuestros pecados acariciados e incomodan vuestra complacencia
propia. Cuando Cristo more en el corazón, su imagen se revelará
en la vida. Donde predominaba el orgullo, reinará la humildad. La
sumisión, la mansedumbre y la paciencia suavizarán los aspectos
toscos de una disposición que es por naturaleza perversa e impetuo-
sa. El amor por Jesús se manifestará en amor hacia su pueblo. Dicho
amor no es caprichoso ni espasmódico, sino más bien sereno, pro-
fundo y fuerte. La vida del cristiano estará libre de toda presunción
y libre de toda afectación, artificio y falsedad. Es sincera, verdadera,
sublime. Cristo está en cada palabra que se habla. Se manifiesta en
todas las obras. La vida irradiará la luz del Salvador que vive en el
corazón. Al entrar en contacto con Dios y al contemplar con gozo
las cosas celestiales, el alma se prepara para el cielo y se ocupa en
atraer otras almas al redil de Cristo. Nuestro Salvador tiene el poder
y está dispuesto a hacer por nosotros más de lo que somos capaces
de pedir o aún pensar.
La iglesia de Battle Creek necesita un espíritu abnegado y mo-
desto. Se me ha mostrado que muchos abrigan un deseo profano
por la supremacía. A muchos les encanta ser adulados y buscan
celosamente cualquier muestra de desprecio o desatención. Existe
un espíritu duro y desprovisto de perdón. Hay envidia, contienda y
rivalidad.
Nada es más esencial para la comunión con Dios que una profun-
da humildad. Dice el Alto y Santo: “Yo habito... con el de espíritu
contrito y humilde”.
Isaías 57:15
. Mientras con tanto afán procuréis
ocupar el primer lugar, acordaos de que seréis últimos en recibir el
favor de Dios si no lográis albergar un espíritu manso y humilde. El
orgullo del corazón hará que muchos fracasen donde pudieron haber
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alcanzado el éxito. “A la honra precede la humildad”, y “mejor es
el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu”
Proverbios 15:33
;
Eclesiastés 7:8
. “Cuando Efraín hablaba, hubo temor; fue exaltado
en Israel; mas pecó en Baal, y murió”.
Oseas 13:1
. “Muchos son
llamados, mas pocos escogidos”.
Mateo 20:16
. Muchos escuchan la