Página 611 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

Basic HTML Version

Deberes de la iglesia
607
haber visto nunca la luz de la verdad que profesar aceptarla y no ser
santificados por ella.
A fin de determinar cuán importantes son los intereses que en-
traña la conversión del alma del error a la verdad, debemos apreciar
el valor de la inmortalidad; debemos comprender cuán terribles son
los dolores de la segunda muerte; debemos apreciar el honor y la
gloria que aguardan a los redimidos, y entender lo que es vivir en la
presencia de Aquel que murió para que pudiese elevar y ennoblecer
a los hombres, y dar al vencedor una diadema real.
Las mentes finitas no pueden estimar plenamente el valor de un
alma. ¿Con cuánta gratitud recordarán los rescatados y glorificados
a los que hayan sido instrumentos de su salvación! Nadie lamentará
entonces sus esfuerzos abnegados y labores perseverantes, su pacien-
cia, longanimidad y fervientes anhelos por las almas que podrían
haberse perdido si hubiese descuidado su deber o se hubiese cansado
de hacer el bien.
Entonces los que sean dignos de ir vestidos de blanco se halla-
rán reunidos en el redil del gran Pastor. Desde su trono, el Cordero
saludará al obrero fiel y al alma salvada por su labor y los conducirá
al árbol de la vida y a la fuente de aguas vivas. ¡Con qué gozo con-
templará el siervo de Cristo a esos redimidos, que podrán compartir
la gloria de su Redentor! ¡Cuánto más precioso será el cielo para los
que hayan sido fieles en la obra de salvar almas! “Y los entendidos
resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que ense-
ñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
Daniel 12:3
.
* * * * *
[585]