Página 630 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
ahora es reprendido. Pero los ejemplos de verdadero arrepentimiento
y humillación dados en la Palabra de Dios revelan un espíritu de
confesión en el cual no hay ninguna excusa por el pecado ni ningún
esfuerzo por justificarse a sí mismo.
Pablo no procuró escudarse, sino que pintó su pecado en los
tonos más oscuros, sin intentar aminorar su culpa. Dice: “Yo encerré
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en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de
los principales sacerdotes; y cuando los mataban, yo di mi voto.
Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forzaba
a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguía
hasta en las ciudades extranjeras”.
Hechos 26:10, 11
. No vacila al
declarar que “Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero”.
1 Timoteo 1:15
.
El corazón humillado y contrito, doblegado por el arrepentimien-
to genuino, podrá apreciar un poco el amor de Dios y el costo del
Calvario; y de la misma manera como un hijo confiesa ante un padre
amoroso, el que está verdaderamente arrepentido presentará todos
sus pecados ante Dios. Y escrito está: “Si confesamos nuestros pe-
cados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad”.
1 Juan 1:9
.
* * * * *