Página 677 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Informes infundados
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sabiéndolo de antemano,
guardaos, no sea que, arrastrados por el
error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza
”.
2 Pedro 3:13, 14,
17
. “Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con
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otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para
con vosotros, para afianzar vuestros corazones, irreprensibles en
santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro
Señor Jesucristo con todos sus santos”.
1 Tesalonicenses 3:12, 13
.
“Mas el justo vivirá por la fe, y si retrocede, mi alma no se complace
en él. Pero nosotros no somos de los que retroceden para destrucción,
sino de los que tienen fe para preservación del alma”.
Hebreos 10:38,
39
.
Aquí está la elección bíblica claramente expuesta. Aquí se espe-
cifica quiénes serán coronados en la ciudad de Dios, y quiénes son
los que no tendrán parte con los justos. “
Bienaventurados los que
guardan sus mandamientos
, para poder tener acceso al árbol de la
vida y para entrar por las puertas en la ciudad”.
Apocalipsis 22:14
.
El tercer informe dice que, en el Congreso de Minneápolis, “la
hermana White confesó que en algunas de sus declaraciones de
esa sesión se había equivocado y había manifestado un espíritu
indebido”. Este informe también carece de fundamento. Yo no podía
abstenerme de dar al Congreso la luz que Dios me había dado a mí.
Esto lo presenté en mensajes de amonestación y reprensión, como
también en palabras de esperanza y fe. Sin embargo, nada de lo
que dije en esa reunión ha sido retractado ni se ha confesado que
estuviese equivocado. Todavía veo las cosas desde el mismo punto
de vista, y pienso igual que cuando estuve en Minneápolis. Todos
los peligros que vi entonces, y que pesaban tan gravemente sobre
mi persona, se han desarrollado con más claridad desde que se llevó
a cabo esa reunión. Mientras más me familiarizo con la condición
de nuestras iglesias, más me doy cuenta de que toda amonestación
dada en Minneápolis era necesaria.
El alcance de este informe procedente de Minneápolis tendió a
destruir la confianza en las reprensiones y amonestaciones que yo di
al pueblo. Relataré aquí un ejemplo de esto.
Una hermana vinculada con una de nuestras misiones había sido
reprendida por la mala influencia que ejercía sobre los jóvenes con
quienes se asociaba. Ella había dado lugar a un espíritu de liviandad,
trivialidad y frivolidad que contristaba al Espíritu de Dios, lo cual era