Página 54 - Testimonios Selectos Tomo 5 (1932)

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Testimonios Selectos Tomo 5
Así habla el Señor: “Los edificios no darán carácter a mi obra, a
menos que los que los construyen sigan mis instrucciones. En lo que
se refiere al establecimiento de instituciones, si los que en lo pasado
dirigieron la obra hubiesen obrado por principios puros y exentos de
egoísmo, no habría habido jamás semejante acumulación de recursos
míos en uno o dos lugares; se habrían establecido instituciones en
numerosas localidades; las semillas de la verdad, echadas en mayor
número de campos, habrían germinado y dado frutos para mi gloria.
“Los lugares que fueron descuidados deben ahora atraer vuestra
atención. Mi pueblo debe hacer una obra rápida. Los que se consa-
gren completamente a mí con intenciones puras, los que entreguen
su cuerpo, su alma y su espíritu, trabajarán según mis métodos y en
mi nombre. Cada uno se mantendrá en su lugar y mirará a mí, que
soy el Guía y Consejero.
“Instruiré al ignorante y ungiré con colirio celestial los ojos de
muchos de aquellos que hoy están sumidos en las tinieblas. Levan-
taré obreros que ejecuten mi voluntad, preparando un pueblo que
subsista delante de mí en el tiempo del fin. En muchos lugares que
debían haber quedado provistos de sanatorios y escuelas desde hace
mucho, estableceré mis instituciones, y ellas vendrán a ser centros
de educación para la preparación de obreros.”
El Señor trabajará en el ánimo de los hombres en lugares inespe-
rados. Algunos de los que en apariencia son enemigos de la verdad,
dedicarán, según la providencia divina, sus capitales a construir ca-
sas y comprar propiedades. Con el tiempo, estas propiedades serán
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ofrecidas en venta a un precio muy inferior al de su costo. Nuestros
hermanos verán la mano de Dios en esto, y comprarán así excelen-
tes propiedades adaptadas a la obra de educación. Harán planes, y
obrarán con humildad y espíritu de sacrificio. Así es cómo hombres
ricos preparan, inconscientemente, los instrumentos que permitirán
al pueblo de Dios hacer progresar rápidamente su obra.
En diversos lugares se han de comprar propiedades con el fin de
ubicar sanatorios. Nuestros hermanos deberán vigilar las ocasiones
de comprar, lejos de las ciudades, propiedades en las que ya haya
edificios y huertos en plena producción. La tierra tiene valor. En re-
lación con nuestros sanatorios, deberá haber terrenos de los que una
parte podrá dedicarse a la construcción de casas para los empleados
y las demás personas que se preparen para la obra médica misionera.
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