Página 60 - Testimonios Selectos Tomo 5 (1932)

Basic HTML Version

56
Testimonios Selectos Tomo 5
Cristo para transformar la vida. Debemos ser distintos del mundo
porque Dios puso su sello sobre nosotros, porque manifestó en
[62]
nosotros su propio carácter de amor. Nuestro Redentor nos cubre
con su justicia.
Al elegir a hombres y mujeres para su servicio, Dios no pregun-
ta si son instruidos, elocuentes, o ricos en bienes de este mundo.
Pregunta: “¿Andan con tal humildad que yo pueda enseñarles mis
caminos? ¿Puedo poner mis palabras en sus labios? ¿Serán repre-
sentantes míos?”
Dios puede emplear a cada uno en la medida en que pueda
derramar su Espíritu en el templo de su alma. El trabajo que él
acepta, es el que refleja su imagen. Sus discípulos deben llevar,
como credenciales para el mundo, las señales indelebles de sus
principios inmortales.
Centros misioneros
Nuestras casas editoriales son centros establecidos por Dios. Por
su medio debe realizarse una obra cuya extensión no conocemos
todavía. Dios les pide su cooperación en ciertos ramos de su obra
que hasta ahora les han sido ajenos.
Entra en el propósito de Dios que a medida que el mensaje
penetre en campos nuevos, se continúe la formación de nuevos
centros de influencia. Por todas partes, sus hijos deben levantar
monumentos del sábado, la señal entre él y ellos por la cual se conoce
que él los santifica. En los campos misioneros deben fundarse casas
editoriales en diversos lugares. Dar carácter a la obra; formar centros
de esfuerzos e influencia; atraer la atención de la gente; desarrollar
los talentos y aptitudes de los creyentes; establecer un vínculo entre
las nuevas iglesias; sostener los esfuerzos de los obreros y darles
medios más rápidos de comunicarse con las iglesias y de expresar el
mensaje,—tales son las razones, con muchas otras, que abogan en
favor del establecimiento de imprentas en los campos misioneros.
Las instituciones ya establecidas tienen el privilegio, aún más,
el deber, de tomar parte en esta obra. Estas instituciones han sido
[63]
fundadas por la abnegación y las privaciones de los hijos de Dios
y gracias al trabajo desinteresado de los siervos del Señor. Dios
desea que el mismo espíritu de sacrificio caracterice estas institucio-