Página 74 - Testimonios Selectos Tomo 5 (1932)

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Testimonios Selectos Tomo 5
descuidando las almas de los jóvenes en la fe y esparciendo semillas
de duda e incredulidad bajo la instigación de Satanás, sean hallados
responsables de la ruina de un alma. “Y haced derechos pasos a
vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino, antes
sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie
verá al Señor: mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de
Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella
muchos sean contaminados.”
Hebreos 12:13-15
. El poder de los
agentes de Satanás es grande, y el Señor exige de sus hijos que se
corroboren unos a otros, “edificándoos sobre vuestra santísima fe.”
En vez de cooperar con Satanás, aprenda cada uno lo que signi-
fica trabajar con Dios. En esta época perturbada, hay que realizar
una obra que exige el valor y la fe inquebrantables que nos permi-
tan sostenernos unos a otros. Todos necesitan, como obreros con
Dios, estrechar las filas. ¡Qué no se lograría por la gracia de Dios
si, cuando el desaliento aparece por todos lados, los miembros de
la iglesia se uniesen para sostener a los obreros, para ayudarlos con
sus oraciones y su influencia! Entonces es cuando se debe trabajar
como administradores fieles.
En vez de criticar y censurar, tengan nuestros hermanos y her-
manas palabras de estímulo y confianza que decir acerca de las
instituciones del Señor. Dios les pide que alienten a los que llevan
las cargas más pesadas, porque él mismo trabaja con ellos. Pide a
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su pueblo que reconozca el poder que obra para sostener sus institu-
ciones. Honrad al Señor esforzándoos por hacer todo lo que podáis
para dar a la institución la influencia que debe tener.
Cuando tengáis ocasión de hacerlo, hablad a los obreros; decidles
palabras en las cuales hallarán fe y valor. Somos demasiado indife-
rentes unos para con otros. Nos olvidamos demasiado a menudo que
nuestros colaboradores necesitan fuerza y valor. En los tiempos de
pruebas o dificultades particulares, tened cuidado de demostrarles
vuestro interés y vuestra simpatía. Cuando tratáis de ayudarles por
vuestras oraciones, hacédselo saber. Haced repercutir en toda la línea
el mensaje que Dios dirige a sus obreros: “Esfuérzate y sé valiente.”
Josué 1:6
.
Los directores de nuestras instituciones tienen una tarea muy
difícil: la de mantener el orden y una sabia disciplina entre la juven-
tud confiada a su cuidado. Los miembros de la iglesia pueden hacer