Página 186 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
cosas confunden la mente y no debieran suceder, pues si los hijos
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acogen ideas que pervierten la verdad, ¿cómo podrá contrarrestarse
la influencia de dicha educación?
¿Podremos, acaso, maravillarnos de que en tales circunstancias
algunos jóvenes de entre los nuestros no aprecien los beneficios
religiosos? ¿Podremos maravillarnos de que se dejen arrastrar hacia
la tentación? ¿Podremos asombrarnos de que, habiendo vivido en el
abandono que les ha tocado, consagren sus energías a diversiones
que ningún bien les reportan, que estén empobrecidas sus aspiracio-
nes religiosas y obscurecida su vida espiritual? La mente será de
igual carácter que aquello de que se alimenta; la cosecha, de igual
naturaleza que la semilla sembrada. ¿No bastan estos hechos para
hacernos ver cuan necesario es amparar desde los primeros años la
educación de los menores? ¿No sería mejor para los menores crecer
hasta cierto punto en ignorancia de lo que comúnmente se acepta
por educación, más bien que llegar a ser indiferentes a la verdad de
Dios?
Separación del mundo
Cuando los hijos de Israel fueron separados de entre los egipcios,
el Señor dijo: “Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto...
así de los hombres como de las bestias: y ejecutare mis juicios en
todos los dioses de Egipto. Yo Jehová... Y tomad un manojo de
hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad
el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y
ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la ma-
ñana. Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea
la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella
puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para
siempre”.
Éxodo 12:12, 22, 24
. La sangre puesta sobre el dintel de
la puerta simbolizaba la sangre de Cristo, el único que salvó a los
primogénitos hebreos de la calamidad. Todo hijo de hebreos hallado
en una vivienda egipcia fue destruido.
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Este incidente de la historia de los israelitas se registró para la
enseñanza de los que vivan en los últimos días. Antes que el azote
llegue como avenida de aguas sobre los habitantes de la tierra, el