Página 224 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
debieran usarse para actuar sobre las mentes humanas. Él conoce la
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importancia de cada operación y cómo se relacionan unas con otras.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí”.
Romanos 14:7
. Este
principio divino rige tanto en el cielo como en la tierra. Dios es
el poderoso centro. Toda forma de vida se origina en él, y a él
pertenecen todo servicio, honra y lealtad. Para todo ser creado existe
un gran principio de vida: dependencia y cooperación con Dios. La
misma relación que existe en la perfecta familia celestial, también
debía existir en la familia de Dios en la tierra. Bajo la dirección
de Dios, Adán debía estar a la cabeza de la familia de Dios en
la tierra para mantener los principios de la familia celestial. Esto
debía ocasionar paz y felicidad. Pero Satanás estaba empecinado en
oponerse a la ley según la cual “ninguno de nosotros vive para sí”;
está empecinado en vivir para sí mismo. Procuró convertirse en el
centro de influencia. Esto fue lo que incitó a la rebelión en el cielo,
y fue la aceptación por parte del hombre de este principio lo que
introdujo el pecado en el mundo. Cuando el hombre pecó, se separó
del centro que Dios había dispuesto. Un demonio se convirtió en
el poder central en el mundo. Satanás había establecido su trono
en el lugar donde debía estar el trono de Dios. El mundo rindió su
homenaje, como una ofrenda voluntaria a los pies del enemigo.
¿Quién podría introducir los principios establecidos por Dios
en su autoridad y gobierno para contrarrestar los planes de Satanás
y llevar al mundo de nuevo a su lealtad? Dios dijo: “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Juan 3:16
.
Este es el remedio para el pecado. Cristo dice: “Donde Satanás ha
establecido su trono, allí levantaré mi cruz. Satanás será expulsado,
y yo seré levantado para atraer a todos los hombres hacia mí. Me
convertiré en el centro del mundo redimido. Dios, el Señor, será
exaltado. Aquellos que ahora son controlados por la ambición y las
pasiones humanas, serán mis colaboradores. Influencias satánicas
han conspirado para contrarrestar todo bien. Se han aliado para
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inducir a las gentes a pensar que es justo oponerse a la ley de Jehová.
Pero mi ejército se enfrentará a las fuerzas del diablo. Mi espíritu se
unirá con cada agencia divina para oponérseles. Compromete a cada
agencia santificada en el universo. Ninguna de ellas faltará. Tengo