Página 228 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
de las partes del cuerpo está completa sin esta unión. La obra médica
misionera es el evangelio puesto en práctica.
Pero Dios no planeó que la obra médica misionera eclipsara el
mensaje del tercer ángel. El brazo no debe convertirse en el cuerpo.
El mensaje del tercer ángel es el mensaje del Evangelio para estos
últimos días, y en ningún caso debe ensombrecerse por otros intere-
ses ni hacerlo lucir como asunto no esencial. Cuando en nuestras
instituciones se coloca algo por encima del mensaje del tercer ángel,
entonces el Evangelio no es el gran poder guiador en eso.
La cruz es el centro de toda institución religiosa. Estas institucio-
nes deben estar bajo el control del Espíritu de Dios; en ninguna de
ellas debiera erigirse un hombre como cabeza única. La mente divina
tiene asignadas otras mentes para cada lugar. El poder del Espíritu
Santo debiera ennoblecer toda obra asignada por Dios y hacer que
testifique por el Señor. El hombre debe colocarse bajo el control de
la mente eterna, cuyos dictados deberá obedecer minuciosamente.
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Procuremos entender nuestro el privilegio que significa caminar
y trabajar con Dios. Aunque el evangelio contiene la voluntad ex-
presa de Dios, carecerá de valor para los hombres, encumbrados o
humildes, ricos o pobres, a menos que se sometan a Dios. La persona
que lleva el remedio para sus pecados a sus semejantes, debe ser
motivada primeramente por el Espíritu de Dios. No debe manejar los
remos, a menos que esté bajo la dirección divina. No puede trabajar
eficazmente, no puede mantener la voluntad de Dios en armonía con
la mente divina, a menos que descubra, no de fuentes humanas, sino
de la sabiduría divina, que Dios se complace en sus planes.
El bondadoso plan de Dios abarca todos los ramos de su obra. La
ley de dependencia e influencia recíproca debe reconocerse y obede-
cerse. “Ninguno de nosotros vive para sí”. El enemigo ha utilizado
la cadena de la dependencia para unir a los hombres. Se han unido
para destruir la imagen de Dios en el hombre, para contrarrestar el
Evangelio al pervertir sus principios. La Palabra de Dios los presenta
atados en gavillas para ser quemados. Satanás está uniendo sus fuer-
zas para la perdición. La unidad del pueblo escogido de Dios ha sido
terriblemente sacudida. Dios ofrece una alternativa, la cual no es
una influencia entre muchas ni está en el mismo nivel que las demás;
en cambio es una influencia que supera toda las demás influencias
que existen sobre la faz de la tierra; su naturaleza es correctiva, ani-