Página 314 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
Integridad en el trabajo
. La obra se paraliza porque los que
pretenden seguir a Cristo no obedecen los principios evangélicos.
La manera incorrecta en que algunos colportores, experimentados
o no, han trabajado demuestra que tienen que aprender lecciones
importantes. Se me ha mostrado mucho trabajo hecho a medias.
Algunos han desarrollado hábitos deficientes, y los han manifestado
en la obra de Dios. Las sociedades de publicaciones han contraído
grandes deudas porque los colportores no pagaron sus cuentas. Por
su parte, los colportores se sentían molestos si se les pedía que
pagasen puntualmente los libros recibidos de las casas editoras. Sin
embargo, la única manera de hacer negocios correctamente es pagar
a tiempo.
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Deben arreglarse las cosas de tal manera que los colportores
tengan bastante para vivir sin sobregirarse. Esta puerta de tentación
debe cerrarse y atrancarse. Por honrado que sea un colportor, en su
trabajo se presentarán circunstancias que serán para él una intensal
tentación.
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La pereza y la indolencia no son frutos del árbol cristiano. Nin-
gún alma puede practicar la mentira o la deshonestidad en el manejo
de los bienes del Señor y permanecer sin culpa delante de Dios.
Todos los que hacen esto niegan a Cristo por sus acciones. Mientras
que profesan cumplir y enseñar la ley de Dios, no practican sus
principios.
Los bienes del Señor deben manejarse con fidelidad. El Señor
ha confiado a los hombres la vida, la salud y la facultad de razonar;
les ha dado fuerza física y mental para que la ejerciten; y ¿no deben
estos dones ser empleados fiel y diligentemente para gloria de su
nombre? ¿Han considerado nuestros hermanos que deben dar cuenta
de todos los talentos que les han sido confiados? ¿Han negociado
prudentemente con los bienes de su Señor, o han gastado irresponsa-
blemente sus recursos, y han sido anotados en el cielo como siervos
infieles? Muchos están gastando el dinero de su Señor en los goces