Página 355 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Importancia del cultivo de la voz
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eterna sean expresivas e impresionantes, de tal manera que los oyen-
tes no puedan rechazar su importancia. Me duele escuchar las voces
deficientes de muchos de nuestros ministros. Ellos roban a Dios la
gloria que él pudiera recibir si se hubieran aplicado a aprender la
forma como deben predicar Palabra con poder.
Nadie debe considerarse calificado para entrar a la obra del mi-
nisterio hasta que, a través de esfuerzos perseverantes, haya vencido
cualquier problema del habla. Si dicha persona intenta hablar a la
gente sin haber aprendido a utilizar el talento del habla, perderá la
mitad de su influencia, ya que no podrá mantener vivo el interés de
la congregación.
Independientemente de su vocación, todos deben aprender a
controlar la voz, de manera que en caso que algo resulte mal, no ha-
blen en tonos que estimulen las pasiones más bajas. Con frecuencia
quienes hablan y quienes escuchan lo hacen en tonos ásperos, muy
duros. Las palabras ásperas e impositivas, expresadas en tonos duros
e irritantes; han hecho que los amigos se distancien y que algunas
personas se pierdan.
La educación de la voz debe comenzar en el hogar. Los padres
deben enseñar a sus hijos a que hablen de una forma clara, de tal
manera que sus oyentes puedan entender cada palabra. Deben en-
señarles a leer la Biblia con una pronunciación clara y precisa que
honre a Dios. Los que se arrodillan alrededor del altar familiar, cuan-
do oren a Dios no deben poner la cara entre las manos, o cerca de las
sillas. Deben alzar las cabezas y con santo recogimiento hablar con
su Padre celestial, pronunciando sus palabras en tonos que puedan
ser escuchados.
Padres, aprended a hablar de forma tal que seáis una bendición
para vuestros hijos. Las mujeres deben ser instruidas al respecto.
Aun las ocupadas madres, si así lo desean, pueden cultivar el talento
del habla y enseñar a sus hijos a leer y hablar correctamente. Pueden
hacerlo mientras realizan sus quehaceres. Nunca es demasiado tarde
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para mejorar. Dios llama a los padres para que lleven la perfección
que sea posible al círculo del hogar.
En las reuniones sociales existe una necesidad especial para ex-
presarse en forma clara y precisa, para que todos puedan escuchar
los testimonios y obtener beneficio de ellos. Las dificultades desapa-
recen, y se recibirá ayuda cuando en las reuniones sociales el pueblo