Página 37 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Ampliación de la obra en el extranjero
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Es necesario revivir el espíritu misionero en nuestras iglesias.
Todos los miembros debieran estudiar la manera de contribuir al pro-
greso de la obra de Dios, tanto en la misión local como en el exterior.
Se ha hecho escasamente una milésima parte de la obra que debe
realizarse en los campos misioneros. Dios insta a sus obreros a que
conquisten nuevos territorios para él. Hay ricos campos de labor que
esperan la llegada de obreros fieles. Ángeles ministradores coopera-
rán con cada miembro de la iglesia que trabaje desinteresadamente
por el Maestro.
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La iglesia de Cristo en la tierra se organizó con propósitos mi-
sioneros, y el Señor desea verla en su totalidad concibiendo maneras
y medios para llevar el mensaje de verdad a los encumbrados y a
los humildes, a los ricos y los pobres. No todos son llamados a un
ministerio personal en el extranjero, pero todos pueden hacer algo
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mediante sus oraciones y ofrendas para ayudar la obra misionera.
Un comerciante de los Estados Unidos de América, cristiano
sincero, en conversación con un compañero de labor dijo que él
mismo trabajaba para Cristo las veinticuatro horas del día. “En
todas mis relaciones comerciales—dijo—, trato de representar a mi
Maestro. Mientras tengo la oportunidad, procuro ganar a otros para
el Señor. Todo el día trabajo para Cristo y en la noche mientras
duermo, tengo un hombre que trabaja para el Señor en la China”.
Luego agregó: “Cuando era joven me propuse trabajar como
misionero entre los gentiles. Pero, con la muerte de mi padre, tuve
que encargarme de sus negocios con el fin de proveer para la familia.
Ahora, en vez de ir yo mismo, apoyo financieramente a un misionero.
Mi obrero trabaja en cierto pueblo de una provincia de la China. Así
que, mientras duermo, sigo trabajando para Cristo a través de mi
representante”.
¿No habrá otros adventistas del séptimo día que estén dispuestos
a hacer lo mismo? En vez de mantener a los ministros trabajando
para las iglesias que ya conocen la verdad, que los miembros de
la iglesia digan a esos obreros: “Id y trabajad por la gente que