La ayuda a nuestras escuelas
Un ejemplo de liberalidad
Cuando el Señor invitó a Israel a contribuir para la construcción
del tabernáculo en el desierto, hubo una respuesta espontánea. El
pueblo “vino... a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien
su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del
tabernáculo de reunión”. Vinieron, tanto hombres como mujeres,
todos los que tenían un corazón voluntario. Los hombres vinieron
con sus ofrendas de oro y plata, telas escogidas y madera valiosa.
Los dirigentes trajeron piedras preciosas, especias costosas y aceite
para las lámparas. Y “todas las mujeres sabias de corazón hilaban
con sus manos, y traían lo que habían hilado”. Trajeron “ofrenda
voluntaria cada mañana” hasta que se le dio a Moisés el informe:
“El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que
Jehová ha mandado que se haga”.
Éxodo 35:21-25; 36:3, 5
. Este
servicio voluntario, procedente de un corazón generoso, agradó a
Dios; y cuando se completó el tabernáculo, él expresó su aceptación
de la ofrenda en forma visible: “Una nube cubrió el tabernáculo de
reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo”.
Éxodo 40:34
.
Semejante a este ejemplo de servicio voluntario ha sido la obra
hecha en favor de nuestras escuelas mediante la publicación y venta
del libro
Palabras de vida del gran Maestro
. Nos alegramos porque
un número tan grande de nuestros miembros se ha dedicado a esta
obra y que sus esfuerzos han resultado tan exitosos. Nos regoci-
jamos porque los oficiales de nuestra Asociación y de la sociedad
de folletos han dado su influencia y energía a esta gran empresa y
que ministros, obreros bíblicos, colportores y miembros de iglesia;
se han ocupado tan gustosamente en este esfuerzo especial para
socorrer rápidamente a nuestras escuelas. La manera generosa e
incondicional en la que nuestras casas publicadoras y nuestros her-
manos y hermanas en general se han encargado de esta empresa
agrada sumamente al Señor. Está en armonía con su plan.
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