Página 73 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Los congresos campestres
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como quienes habrán de dar cuenta. Esto significa mucho más que
lo que algunos suponen. Significa salir a buscar la oveja perdida.
La recolección de fondos
Nadie debe aprovecharse de los congresos campestres, cuando
la mayoría de los hermanos pueden ser alcanzados; para presentar
asuntos de interés particular o recaudar fondos con diversos objetivos
benevolentes, los cuales se han multiplicado. La obra de Dios en
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el ministerio de la Palabra, la predicación de la verdad en regiones
lejanas, el gran interés de la obra educacional en nuevos territorios,
y el establecimiento de sanatorios en conexión con el ministerio
evangélico, son los objetivos que debieran presentarse a nuestros
feligreses en los congresos campestres.
Resultados de la obra en los congresos campestres
Los congresos campestres deben realizar una obra extraordinaria.
El Señor ha honrado en forma especial estas concentraciones que
él ha llamado “santas convocaciones”. Miles de personas asisten a
estas concentraciones; muchas, motivadas por la curiosidad de oír
y ver cosas nuevas. Pero cuando oyen el mensaje de verdad y se
relacionan con quienes creen en él, no pocos son impresionados. Los
prejuicios, la oposición y la indiferencia se esfuman y ellos escuchan
con sincero interés la predicación de la Palabra.
Dios tiene sus representantes en todas las iglesias. A estas per-
sonas no se les han presentado las verdades especiales para estos
últimos días, que prueban la fe, bajo circunstancias que producen
convicción en el corazón y la mente; por lo tanto, al rechazar la
luz no interrumpieron su comunicación con Dios. Hay muchos que
han caminado fielmente en la luz que ha iluminado su senda. Están
hambrientos de saber más acerca de los caminos y las obras de Dios.
En todo el mundo hay hombres y mujeres que miran fijamente al
cielo. Oraciones, lágrimas e indagaciones ascienden de almas que
anhelan recibir luz, gracia y el Espíritu Santo. Muchos están muy
cerca del reino, esperando solamente ser invitados a entrar.
Cuando las verdades de la Biblia en su sencillez se enseñen a la
gente como lecciones de Cristo, reconocerán la luz y se regocijarán