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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
al recibirla. Sus dudas se desvanecerán ante la luz de la verdad
como el rocío ante el sol matinal. Sus conceptos de las verdades
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bíblicas se amplían y la revelación de Dios en Cristo les muestra la
profundidad, la anchura y la altura del ministerio espiritual divino,
el cual no habían comprendido porque no puede ser explicado; sino
únicamente ejemplificado en un carácter semejante al de Cristo.
Muchos que no son miembros de ninguna iglesia y que causan
la impresión de estar completamente desentendidos de los requeri-
mientos de Dios, no son en realidad tan indiferentes como parecen.
Aun los más irreligiosos tienen sus momentos de convicción, cuando
sienten un anhelo por algo que no tienen. En cada pueblo y ciudad
vive mucha gente que no asiste a ningún lugar de culto. Muchos de
ellos son atraídos por los congresos campestres. Otros asisten porque
se sienten esclavos del pecado, indefensas víctimas de malos hábitos.
Muchos de ellos se convencen y se convierten. Cuando por fe se
aferran a las promesas de Dios de perdón de sus pecados, se rompe
la esclavitud del hábito. Olvidan sus complacencias pecaminosas
y llegan a ser personas libres en Cristo Jesús, y se regocijan en la
libertad de los hijos de Dios. Esta es la obra que debe hacerse en
todos nuestros congresos campestres. Por este medio, miles serán
rescatados para Cristo.
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